El próximo 9 de febrero se avecina un paro de 23 horas en Renfe y Adif, organizado por CCOO, como respuesta al bloqueo gubernamental de los convenios colectivos ya acordados entre sindicatos y las compañías ferroviarias.
CC.OO ha estallado y han decidido hacer un parón para Renfe y Adif. Entre las demandas sindicales se destaca la eliminación de categorías de ingreso en Renfe y la anulación de la jornada de 35 horas en Adif, medidas que, según CCOO, han sido obstaculizadas por el Ministerio de Hacienda y el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, respectivamente.
El detonante de la huelga de 23 horas programada para el 9 de febrero radica en el bloqueo de convenios colectivos previamente negociados entre sindicatos y las empresas ferroviarias.
La convocatoria de huelga se complementará con una concentración frente al Congreso de los Diputados el 30 de enero, evidenciando el malestar sindical ante lo que describen como «indefensión y secuestro administrativo de acuerdos alcanzados».
CC.OO LIDERA LA PROTESTA DE RENFE Y ADIF
El sindicato Comisiones Obreras (CCOO) ha tomado la iniciativa en el conflicto laboral que involucra a Renfe y Adif. El detonante de la huelga de 23 horas programada para el 9 de febrero radica en el bloqueo de convenios colectivos previamente negociados entre sindicatos y las empresas ferroviarias.
Uno de los puntos más álgidos de la discordia es la negativa del Ministerio de Hacienda a autorizar la eliminación de categorías de ingreso en Renfe. Esta medida, que estaba contemplada en los acuerdos colectivos, ha sido rechazada por el gobierno, generando malestar entre los trabajadores.
Por otro lado, en Adif, el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha anulado la jornada laboral de 35 horas, provocando la indignación de los trabajadores y llevando a CCOO a la convocatoria de la jornada de huelga como medida de presión.
CONVOCATORIA DE HUELGA DE 23 HORAS
Ante la falta de avances en las negociaciones y la percepción de un bloqueo gubernamental, CCOO ha decidido llevar a cabo una huelga de 23 horas el 9 de febrero. Además, para visibilizar su malestar, el sindicato ha convocado una concentración frente al Congreso de los Diputados el 30 de enero.
En un comunicado, CCOO expresó su descontento, denunciando la «indefensión y el secuestro administrativo de los acuerdos alcanzados por la libre voluntad de las partes a través de la negociación colectiva en las empresas públicas ferroviarias». La huelga y la concentración se presentan como acciones contundentes para presionar al gobierno y lograr el desbloqueo de los convenios colectivos.
El comité de empresa de Adif, compuesto por representantes de varios sindicatos, incluyendo UGT, CGT, SCF y SF, ha decidido enviar una carta al ministro de Transportes, Óscar Puente, solicitando «la depuración inmediata y contundente de responsabilidades ante la inacción y la deficiente gestión». Esta medida refleja la frustración y la pérdida de confianza en la dirección de la empresa.
Además, el comité de empresa de Adif suspenderá las relaciones laborales con la dirección de la empresa, a excepción de las reuniones de seguridad y salud. También recomendará a los comités provinciales paralizar cualquier negociación colectiva, evidenciando la falta de confianza en la dirección y la necesidad de tomar medidas drásticas para defender los intereses de los trabajadores.
UGT SE SUMA CON PAROS Y AMENAZAS
Otro actor sindical relevante, la Unión General de Trabajadores (UGT), ha convocado paros de dos horas los lunes del mes de febrero. Advierten que, en caso de no obtener los resultados y objetivos esperados, las medidas de conflicto podrían adquirir un carácter «mucho más contundente». Esto sugiere que, si las demandas sindicales no son atendidas, podríamos ver un aumento en la intensidad de las acciones de protesta.
El conflicto laboral entre los sindicatos y las empresas ferroviarias, sumado a la convocatoria de huelga, tiene el potencial de generar serias interrupciones en el servicio de Renfe y Adif. Los usuarios del transporte ferroviario deberán prepararse para posibles cancelaciones y retrasos.
El comité de empresa de Adif, compuesto por representantes de varios sindicatos, incluyendo UGT, CGT, SCF y SF, ha decidido enviar una carta al ministro de Transportes, Óscar Puente, solicitando «la depuración inmediata y contundente de responsabilidades ante la inacción y la deficiente gestión».
En términos de alternativas para los usuarios, la opción más evidente sería buscar otros medios de transporte, como autobuses o servicios de transporte compartido. Además, aquellos que tengan flexibilidad en sus horarios podrían considerar cambiar sus planes de viaje para evitar las horas pico de la huelga.
El descontento sindical y las medidas de presión, como la huelga y las concentraciones, plantean desafíos significativos para el gobierno. La resolución de este conflicto no solo impactará en las condiciones laborales de los trabajadores de Renfe y Adif, sino que también influirá en la percepción de las políticas laborales y de transporte del gobierno.
