El Ayuntamiento de Coslada se gasta 200.000 euros en rotondas que ponen en peligro a sus conductores

Una polémica decisión del Ayuntamiento de Coslada ha generado inquietud entre los residentes y conductores locales. La administración municipal destinó la considerable suma de 200.000 euros para iluminar las rotondas del municipio con el supuesto objetivo de mejorar la visibilidad para los conductores. Sin embargo, la ubicación de las luces, situadas dos metros dentro de las rotondas, ha generado confusión y obstaculizado la visión directa de la calzada, planteando riesgos significativos para la seguridad vial en el área.

La noticia de la inversión de 200.000 euros por parte del Ayuntamiento ha sorprendido a muchos residentes, quienes esperaban que la medida contribuyera a mejorar la seguridad vial en el municipio. La instalación de estas luces LED en las glorietas se dio en mayo de este mismo año, y abarcan hasta 10 rotondas más concurridas de la ciiudad.

Sin embargo, las luces ubicadas dentro de las rotondas han generado dudas sobre la efectividad de la inversión y han llevado a preguntarse si realmente se está logrando el objetivo propuesto.

En un primer momento, el Ayuntamiento de Coslada implementó estas luces LED en las glorietas de la ciudad para evitar «que se produzcan accidentes» porque «al iluminar la glorieta se consigue que los conductores puedan identificar claramente el perfilado de la misma y la superficie de la carretera».

Sin embargo, las luces de la rotonda, al encontrarse en su interior y a dos metros de distancia, muchos de los conductores que circulan por Coslada han asegurado que dichas luces «generan confusión e impiden ver la calzada. Son un peligro real».

Uno de los principales problemas derivados de esta decisión es la pérdida de visibilidad que experimentan los conductores. La ubicación inadecuada de las luces dentro de las rotondas, especialmente en condiciones de baja luminosidad o durante la noche, ha dificultado la identificación de otros vehículos, señales de tráfico y elementos de la carretera. Esta falta de claridad visual aumenta el riesgo de colisiones y maniobras inseguras por parte de los conductores.

PÉRDIDA DE ORIENTACIÓN Y CONFUSIÓN POR ROTONDAS ILUMINADAS EN COSLADA

La confusión en la navegación de los conductores es otro aspecto crítico asociado con la ubicación de las luces. Según la DGT, la falta de claridad visual sobre la disposición de la rotonda puede llevar a interpretaciones erróneas, generando maniobras incorrectas como cambios de carril inesperados. Esta confusión contribuye a un aumento en el riesgo de accidentes y pone en entredicho la efectividad de la inversión realizada.

La visibilidad reducida también dificulta la identificación de señales de tráfico esenciales, como indicadores de carril y salidas. La falta de claridad en estas señales puede resultar en una toma de decisiones deficiente por parte de los conductores, generando situaciones peligrosas dentro de las rotondas. Este problema añadido aumenta la complejidad de la situación y plantea la necesidad de soluciones efectivas por parte de las autoridades municipales.

MAYOR PROBABILIDAD DE COLISIONES SEGÚN LOS VECINOS

La combinación de confusión y pérdida de visibilidad contribuye a un aumento en la probabilidad de colisiones entre vehículos que circulan dentro de las rotondas. La imposibilidad de ver claramente la calzada y las demarcaciones de carriles podría dar lugar a cambios de carril inesperados o la ocupación de carriles equivocados, situaciones que incrementan el riesgo de accidentes en estas zonas.

Según la DGT, la falta de claridad visual sobre la disposición de la rotonda puede llevar a interpretaciones erróneas, generando maniobras incorrectas como cambios de carril inesperados

Los riesgos no se limitan solo a los conductores, ya que la falta de iluminación adecuada también afecta la seguridad de los peatones que cruzan las rotondas. La visibilidad reducida aumenta el riesgo de que los peatones no sean vistos por los conductores, lo que podría dar lugar a accidentes y poner en peligro la integridad de quienes caminan por la zona.

¿CÓMO CORREGIR EL PROBLEMA?

La situación plantea la necesidad urgente de adoptar medidas correctivas para abordar los riesgos asociados con la iluminación inadecuada de las rotondas. Algunas recomendaciones y soluciones que propone la DGT en estos casos son:

Reubicación de la iluminación. Es imperativo considerar la reubicación de la iluminación en lugares estratégicos que no obstruyan la visibilidad de la calzada y las señales de tráfico. Colocar las luces en el perímetro exterior de la rotonda podría mejorar significativamente la visibilidad y, por ende, la seguridad. En este caso, el Ayuntamiento de Coslada debería tener en cuenta el cambio de iluminación o, al menos, ver si está suponiendo un peligro para sus conductores.

Coslada Rotondas

Señalización clara: Aumentar la señalización en la rotonda con letreros claros y visibles puede mitigar la confusión entre los conductores y mejorar la comprensión de la disposición de la rotonda. «Se deben instalar señales que guíen claramente a los conductores y eviten interpretaciones erróneas», explican desde la Dirección General de Tráfico.

Iluminación de calzada adicional: Considerar la instalación de iluminación adicional en la calzada, más allá de la iluminación perimetral, puede mejorar la visibilidad directa de la carretera y reducir los riesgos asociados con la falta de luz. Esto podría contribuir a una circulación más segura dentro de las rotondas.

REPENSAR LA ESTRATEGIA PARA GARANTIZAR LA SEGURIDAD VIAL

En conclusión, la inversión de 200.000 euros del Ayuntamiento de Coslada para iluminar las rotondas ha generado más preguntas que respuestas en términos de seguridad vial. En lugar de mejorar la visibilidad y la orientación para los conductores, la ubicación incorrecta de las luces ha generado confusión y riesgos significativos.

Se espera que las autoridades reconsideren esta decisión y tomen medidas correctivas de manera pronta para garantizar la seguridad de los residentes y conductores en el municipio. La seguridad vial debe ser una prioridad constante, y las inversiones públicas deben contribuir a un entorno vial más seguro y no poner en peligro a los ciudadanos a los que se supone que protegen.