La historia que está detrás de la restauración de la estatua vandalizada de Federico García Lorca

Emplazando uno de los lugares más emblemáticos en el corazón de Madrid, la estatua en honor al poeta y dramaturgo Federico García Lorca amaneció hace unos días vandalizada y sin la alondra que sostiene la escultura. Una actuación ante la cual, el Ayuntamiento de Madrid y las hijas del escultor encargado de llevar a cabo la figura de bronce, llevarán a cabo la restauración de la misma.


Las hermanas López Parada, hijas del artista que llevó a cabo la escultura, conservan la pieza en resina de poliéster que ha sido robada y han realizado su ofrecimiento para colaborar con la Dirección General de Patrimonio Cultural en el restablecimiento de la parte que falta en la escultura, en el caso de que no aparezca la original.

Al parecer, según informó la Dirección General de Patrimonio Cultural, aquellos que llevaron a cabo el acto de vandalismo sustituyeron la pieza robada por unos botes que fueron retirados de inmediato. Un comportamiento que ha indignado a muchos madrileños y del cual ningún operario ni trabajador de la zona tiene información sobre quién llevo a cabo el mencionado destrozo.

Así pues, la diputada de Más Madrid en la Asamblea regional, Alicia Torija, fue la primera en alertar del daño que había sufrido la escultura a través de su cuenta oficial de Twitter. “Nuevamente vandalizada en Plaza de Santa Ana la estatua de Federico García Lorca robando la paloma de bronce de sus manos. Les molesta lo que fue y lo que significa. Su vida, su muerte, su ejemplo. #Orgullo #Memoria”, expresaba la diputada.

La escultura se encuentra en la parte baja de la Plaza de Santa Ana en Madrid y fue realizada por el artista Julio López en bronce. Una representación del dramaturgo mirando hacia el Teatro Español, mientras sostiene entre sus manos una alondra a punto de alzar el vuelo.

UNA ESTATUA CON CASI 40 AÑOS DE HISTORIA

La idea del monumento nació de una petición formulada por el antiguo director del teatro español Miguel Narros en 1984. Vestido con traje de chaqueta, con la indumentaria que más se recuerda al poeta, la estatua de Federico García Lorca lleva casi 40 años ”infiltrada” entre los madrileños y turistas, y muy próxima a la estatua de Calderón de la Barca, con la cual comparte plaza.

“Si apareciese sería más sencillo reponerla a su situación original. En el caso de que no aparezca será preciso encargar una reproducción de la misma”, añaden desde la Dirección General del Patrimonio Cultural. Y es que, el hecho de que el autor original de la escultura haya fallecido complica las labores de restauración, lo que dará lugar a que se indague en diversas fuentes para poder realizar una réplica lo más parecida posible a la pieza extraída.

No obstante, esta no es la única representación que se puede encontrar en la Comunidad de Madrid de Federico García Lorca. Aunque quizá la más visitada sea ésta de la Plaza de Santa Ana, en la región madrileña pueden verse otros homenajes al poeta y dramaturgo. En el barrio de Vallecas existe un paseo que lleva su nombre y en él se pueden contemplar diferentes conjuntos escultóricos dedicados al poeta y a algunas de sus obras.

Además, en su casa de Madrid, en la calle de Alcalá 96, una placa recuerda que el autor vivió allí entre 1933 y 1936. Madrid y el poeta granadino tienen una relación muy especial, por lo que no es de extrañar que existan varios homenajes al dramaturgo en la provincia. Lorca llegó a Madrid en noviembre de 1919 con tan sólo veintiún años y fue en esta ciudad donde su figura adquirió renombre en todo el mundo.