La curiosa historia de la Puerta de Alcalá, la mayor representación del poder del rey Carlos III

Presumiendo de ser uno de los símbolos arquitectónicos más emblemáticos de Madrid, la Puerta de Alcalá se levanta como un arco del triunfo que da la bienvenida a todos los turistas y madrileños a su llegada a la capital. Ubicada en la rotonda de la Plaza de la Independencia, este emblemático monumento tiene hasta su propia canción. Y no puede ser menos, ya que ésta construcción fue mandada construir por el mismísimo Carlos III.

La humildad no era la mayor característica de los reyes de la época y la Puerta de Alcalá es el mejor ejemplo de ello. Con el fin de conmemorar su propia llegada, el rey ordenó levantar la grandiosa puerta para que le recibiese una vez llegase a Madrid desde Barcelona. Haciendo uso de su infinito poder, Carlos III hizo demoler la anterior puerta que se situaba en el lugar de la actual debido a que no era de su gusto.

“LA HUMILDAD NO ERA LA MAYOR CARACTERÍSTICA DE LOS REYES DE LA ÉPOCA Y LA PUERTA DE ALCALÁ ES EL MEJOR EJEMPLO DE ELLO”

En su lugar, propuso que Madrid renovase su “puerta de entrada” con la peculiaridad de que sería, y así fue, el primer arco de triunfo construido tras la caída del Imperio Romano. Fueron presentados al rey tres proyectos de construcción: uno de José Hermosilla, otro del arquitecto Ventura Rodríguez y dos del arquitecto italiano Francisco Sabatini.

Tras meditar, el rey decidió quedarse con el proyecto del italiano Sabatini pensando que lo que se le había mostrado era un solo proyecto. Sin embargo, la realidad era que el constructor, originario de Palermo, había presentados dos proyectos diferentes que tuvo que acabar uniendo para contentar al monarca. De ahí se entiende que la Puerta de Alcalá presente una figura asimétrica.

Con una altura de casi 20 metros, podemos ver que la obra presenta diez semi-columnas de estilo jónico y en el lado opuesto dos columnas acompañadas de pilastras. Su construcción en el año 1778 causó un gran furor en Europa llegando después otras similares como el Arco de Triunfo de París y la Puerta de Brademburgo de Berlín.

EL SIGNIFICADO DE SUS FIGURAS DECORATIVAS

Su decoración no deja indiferente a nadie. En el arco se puede apreciar cuatro figuras de niños que lanzan un mensaje de fuerza de parte de Carlos III a su pueblo. Podemos ver representada la fortaleza a través de un niño con un casco y una lanza, la templanza mediante un niño con un freno de caballo, la justicia con un niño que levanta el brazo izquierdo y mantiene la mano cerrada, y por último la prudencia representada mediante un niño que sujeta un espejo.

Desde su construcción en el siglo XVIII, la Puerta de Alcalá ha sido testigo de los momentos históricos más importantes de la capital. Signo del paso del tiempo, la estructura conserva las ‘heridas de guerra’ en su fachada provocadas por las balas de los enemigos que entraron a Madrid.

Además, en la cara este de cada arco se puede ver el símbolo de la fertilidad a través de la cara de un sátiro. En su fachada contraria se encuentra la cara de un león simbolizando la soberanía, vigilancia y protección de la paz. “REGE CAROLO III ANNO MDCCLXXVII”, esta inscripción termina de coronar la famosa puerta que se ha ganado el cariño de todos los madrileños y extranjeros, convirtiéndose en un monumento histórico más de la estampa de la ciudad de Madrid.