El ramen se ha asentado en Madrid como uno de los platos indiscutibles, presente en la mayoría de los restaurantes asiáticos, ya sea de mejor o peor calidad. Y seguro que te preguntas a qué se debe este éxito.
Para empezar, se trata de un plato que requiere mucha más dedicación que una hamburguesería cualquiera. Y en segundo lugar, porque se trata de una auténtica delicia: entrante, sopa y plato principal en uno.
El plato consiste en un bol de caldo casero, a menudo de pollo y cerdo, pero también se puede encontrar de diversos tipos de marisco y pescado seco. En él, flotan fideos de trigo que se entremezclan con ‘toppings’ como tocino, huevo marinado o bambú. Y el toque final es el aliño con ‘tares’, es decir, las salsas o sabores que definen el estilo de ramen.
Os desvelamos algunas de las direcciones imprescindibles de la capital.
4Chuka Ramen Bar
Chuka Ramen Bar está a cargo de tres jóvenes, los chefs Rodrigo García Fonseca y John Husby, además de Lorena Mauri como jefa de sala. Un vasco y dos norteamericanos al frente de un restaurante japonés.
Gyozas, bao bun y ramen son los tres pilares sobre los que han edificado su estupenda propuesta culinaria. Aún así, disponen de la variedad suficiente para que todo aficionado a la comida asiática caiga en la tentación de pasarse por aquí.
Obligatorio probar las estupendas gyozas de butifarra y cebollino chino, el bao bun de langostino tigre, acompañado de una salsa dragón que es para llevarse litros a casa. Todo ello con una presentación sencilla e impecable.
En cuanto al ramen, todas sus variedades son excelentes. De hecho, es el plato culpable de su fama, lo que les hace únicos y dignos de elogio. El más demandado es el Miso dashi.
Se sitúa en la calle de Echegaray 9, entre la Puerta del Sol y Sevilla.





