El misterioso incendio que arrasó el Alcázar de Madrid durante la Nochebuena de 1734

Nochebuena, un mágico día en el que las familias se reúnen y disfrutan de las festividades navideñas. Desde los orígenes de la celebración, cientos de madrileños han señalado la noche del 24 de diciembre en su calendario como una noche especial que normalmente suele transcurrir con normalidad. Sin embargo hace 287 años Madrid vivió una Nochebuena un tanto diferente.

Esa misma noche, el Alcázar de Madrid sufrió un incendio inesperado que marcó desde entonces la historia madrileña de Nochebuena. Se trataba de un palacio real que se encontraba donde se encuentra actualmente el Palacio Real de Madrid, conocido como Palacio de Oriente.

Una fortaleza que destacaba por sus riquezas y su arquitectura irregular, donde residió la dinastía Trastámara hasta su destrucción en la Nochebuena del año 1734. En sus orígenes, el palacio era una fortaleza levantada por el emir cordobés Muhámad I entre los años 860 y 880.

Tras la conquista de los españoles a los musulmanes, Madrid volvió a ser un territorio español donde se construyó este alcázar que se encontraba amurallado. Con el paso de los años, los diferentes reyes que fueron heredando la fortaleza llevaron a cabo ampliaciones en la misma hasta llegar a ampliar el inicial palacio un 20% más de superficie.

“EL INICIAL PALACIO FUE AMPLIADO UN 20% MÁS DE SUPERFICIE”

Hoy en día, el incendio que destruyó este emblemático alcázar es todo un misterio sin revolver, aunque se tienen ciertas teorías sobre lo que ocurrió aquella noche del siglo XVIII en la ciudad madrileña. Se cree que el incendio se originó en el aposento del pintor de Corte Jean Ranc

EL FAMOSO CUADRO DE LAS MENINAS

Este espacio donde se inició, se puede ver reflejado en la pintura de Velázquez de ‘Las Meninas’ como una gran sala llena de decoraciones y donde predominaba la madera y los cuadros. Por desgracia, a pesar de los esfuerzos que se realizaron por intentar apagar el fuego, éste arrasó con muchos cuadros que se encontraban en su interior.

Durante cuatro días el corazón de Madrid ardió en llamas a pesar de que se trataba de una fortaleza que se vigilaba durante todo el día, ya que ahí residía de vez en cuando Felipe V y su familia. Es cierto que en aquel momento la familia real no habitaba allí, puesto que se habían trasladado al Palacio del Buen Retiro, pero la vigilancia del alcázar no cesó.

En el momento del incendio todo Madrid acusó al pintor de haber provocado el fuego y éste acabó falleciendo a los seis meses debido a la depresión que le generó la situación. La voz de alarma se dio a las 00:15 de la noche del 24 de diciembre. Los madrileños se encontraban en sus casas cenando y por este motivo la alerta tardó tanto en darse.

Las puertas del Alcázar de Madrid fueron cerradas por miedo a que los ciudadanos entrasen y robasen las obras que se encontraban en su interior. Muchos objetos de plata y metales acabaron fundidos junto a fragmentos de piedras preciosas. Muchas obras acabaron desapareciendo, llegando casi a perderse «Las Meninas»  de Velázquez.

Los primeros en colaborar para apagar el incendio fueron los frailes de la congregación de San Gil, cuyo monasterio se encontraba muy próximo a la fortaleza. Tras varios días ardiendo finalmente el fuego fue extinguido reduciéndose por completo a escombros.

Madrid se había quedado sin su alcázar, por lo que Felipe V ordenó construir un nuevo palacio con toques franceses que cumplía los verdaderos gustos de los monarcas. Una desgracia que destruyó uno de los principales edificios de la ciudad madrileña y con el que se perdieron, además de obras de arte de gran prestigio, documentos referentes al Archivo de las Indias y las Bulas pontificias.