Jovellanos: el ilustrado adoptado en Madrid que yace para siempre en el Museo del Prado

Madrid ha sido la casa de algunos de los personajes más ilustres de la historia de España. Uno de ellos es Gaspar Melchor de Jovellanos, un magistrado y literato que fue benemérito de la patria durante la Ilustración. Escondida en uno de los callejones que desembocan la Plaza de España, se encontraba su casa, un edificio de tres plantas de ladrillo donde Jovellanos vivió sus primeros años madrileños de 1778 a 1780.

Gaspar Melchor de Jovellanos nació en Gijón (Asturias) pero su actividad política le hizo llegar hasta la capital. Según documentos históricos consultados por este medio, Gaspar Melchor de Jovellanos fue el artífice del traslado a la Sala de Alcaldes de Casa y Corte en Madrid, en parte gracias a la influencia del duque de Alba, a quien había tratado en Sevilla. En la ciudad capitolina, el ilustre Jovellanos entró en la tertulia de Campomanes, a la sazón fiscal del Consejo de Castilla para posteriormente, en 1780 acceder al Consejo de Órdenes Militares.

su actividad política le hizo llegar hasta la capital

Cuatro años más tarde, el asturiano fundaría el Banco de San Carlos en Madrid y dirigió la Sociedad Económica Matritense. Seducido por la economía nacional, fue autor de diversos estudios económicos que analizaban la situación financiera del país con una visión liberal. Entre ellos destaca el Informe sobre la Ley Agraria, en la que aboga por la liberalización del suelo y fin de privilegios como el mayorazgo y la Mesta.

Su contribución política y económica le hizo integrarse con esmero dentro de la sociedad madrileña. Gaspar Melchor de Jovellanos fue un referente de la época ilustrada siendo miembro de la Real Academia de la Historia (1779), de la Real Academia de San Fernando (1780) y de la Real Academia Española (1781). Sin embargo, su contribución a la cultura española se vio mermada con el inicio de la Revolución francesa que apartó de la vida pública a la mayoría de los pensadores avanzados.

JOVELLANOS EN EL MUSEO DEL PRADO

Pero a parte de su casa en Madrid y la vía del distrito Centro en la que se le homenajea en el callejero madrileño, Jovellanos permanece para siempre en el Museo del Prado. El ilustrado asturiano protagoniza uno de los cuadros de mayor valor de la casa museística por excelencia de España. Bajo los pinceles de Francisco de Goya y Lucientes, el retrato de Jovellanos yace en el Museo del Prado. Jovellanos fue un gran admirador de Goya y eso hizo que el pintor zaragozano le retratara entonces.

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El retrato, pintado seguramente en la localidad madrileña de Aranjuez en abril de 1798, presenta a Jovellanos en su calidad de Ministro de Gracia y Justicia, el cargo que ocupaba entonces. En el cuadro, el literato asturiano aparece representado sentado en su mesa de trabajo, con una libreta en la mano y numerosos documentos a su alrededor.

Sobrio y elegante, no luce ninguna de las medallas o bandas de las órdenes recibidas, sino que se acentúa aquí el carácter íntimo del personaje histórico. Francisco de Goya le represento en actitud pensativa, con la cabeza apoyada en su mano, una posición tradicional de la época para la representación de la melancolía que afectaba a los artistas y era símbolo de genialidad creativa.

Este óleo sobre lienzo ha tenido su casa durante años en la exposición temporal del Museo del Prado. Asimismo, este retrato de Gaspar Melchor de Jovellanos ha sido exhibido en la Casa Natal del magistrado ilustrado en la ciudad asturiana de Gijón, donde nació el ilustre vecino, que un día vivió en Madrid y que permanece para siempre en las paredes del Museo del Prado.