El sector turístico se muere por el coronavirus

La pandemia está golpeando la economía de nuestra región y, sin ninguna duda, el sector turístico es el que se lleva la peor parte. El transporte y el alojamiento están siendo las actividades económicas más dañadas por la pandemia.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística, las agencias de viajes han experimentado una caída del 74,5% de la facturación y los alojamientos turísticos han recaudado un 67,4% menos. La ocupación hotelera también se ha desplomado con un 77,6% menos de viajeros en diciembre respecto al mismo mes en el año anterior.

La ciudad de Madrid registró en 2019 la llegada de más de 10 millones de visitantes mientras que el número de turistas que llegaron a Madrid en 2020 ni siquiera alcanza los dos millones. Una drástica caída que está haciendo morir a un sector vital para la economía de nuestro país.

La cruda realidad de las agencias de viajes

Las agencias de viajes son un negocio esencial para mantener el sector turístico. Estas agencias mueven a millones de extranjeros que cada año viajan a nuestro país y consumen todo tipo de servicios. Estos singulares negocios están agonizando por la pandemia, de las más de 9.000 agencias que hay en España, 5.000 ya han cerrado.

En el caso de las agencias de viajes que mueven a grupos el batacazo es mayor ya que mueven a un mayor número de personas. Estamos “absolutamente abandonados y desesperados”, nos lamenta Iñigo Sánchez, empresario del sector. Y no es para menos, porque la desconfianza que se ha generado en torno a la seguridad de viajar en grupo es muy importante.

Ante esta situación dramática, los empresarios del sector han decidido unir fuerzas y crear la Asociación Nacional de Agencias de Viajes de Grupos que nace de la necesidad de representación y ayuda del subsector turístico de Agencias de Viajes dedicadas a los viajes de grupos. Su vicepresidente, Iñigo Sánchez Calabuig, confirma a este medio que en tan solo a una semana de su puesta en marcha ya se han inscrito 60 asociaciones.

Abandono de las instituciones

Este sector tan castigado por la pandemia no ha recibido ayuda cero por parte de las instituciones. Los políticos, que se dedican a imponer restricciones, dificultan el ejercicio de esta actividad económica y no se les proporciona ningún tipo de ayuda directa a los trabajadores del sector.

Los créditos ICO que concede el Gobierno no son la solución para salir del paso que parecen. Además, este dinero prestado tiene que ser devuelto con intereses, es decir, el Estado hace negocio con la situación deplorable en la que se encuentra el sector.

Por su parte, la Comunidad de Madrid secretó un plan de ayudas de 13 millones de euros para el sector turístico. Estas ayudas provenientes de la consejería de cultura y turismo aún no han llegado a manos de los empresarios. ¿Dónde están, se han perdido?

Las ayudas directas son esenciales para la supervivencia del sector. Las instituciones no deberían mirar hacia otro lado y apoyar a estos negocios económicamente en vez de asfixiarles con restricciones por la situación pandémica.

Negocios endeudados

La situación dramática en la que se encuentra el sector no ve el final y la paralización de su actividad está provocando un serio problema de endeudamiento en los negocios.

Los trabajadores tendrán que ser mantenidos después del ERTE…. ¿Cómo se puede pagar a los empleados si los ingresos están a cero?

La “solución milagrosa” de los créditos ICO, poco tiene de solución y de milagrosa. Estos créditos tienen que ser devueltos y provocan un endeudamiento a largo plazo.

Además, las agencias de viajes se han visto obligadas a devolver el dinero a los clientes, por lo que han tenido que devolver su trabajo. Sin embargo, los proveedores no están obligados a devolver el dinero a las agencias de inmediato. Este es el caso de varias aerolíneas, como Vueling que devuelto los billetes no usados la semana pasada, casi un año después.

Fuentes del sector piden ayuda desesperada ante la situación que están viviendo. Ojalá las ayudas que tanto llevan reclamando lleguen a las manos de las miles de familias que viven de estos negocios.