El ramen se ha asentado en Madrid como uno de los platos indiscutibles, presente en la mayoría de los restaurantes asiáticos, ya sea de mejor o peor calidad. Y seguro que te preguntas a qué se debe este éxito.
Para empezar, se trata de un plato que requiere mucha más dedicación que una hamburguesería cualquiera. Y en segundo lugar, porque se trata de una auténtica delicia: entrante, sopa y plato principal en uno.
El plato consiste en un bol de caldo casero, a menudo de pollo y cerdo, pero también se puede encontrar de diversos tipos de marisco y pescado seco. En él, flotan fideos de trigo que se entremezclan con ‘toppings’ como tocino, huevo marinado o bambú. Y el toque final es el aliño con ‘tares’, es decir, las salsas o sabores que definen el estilo de ramen.
Os desvelamos algunas de las direcciones imprescindibles de la capital.
Ramen Kagura
Este restaurante es un noddle bar pequeño pero cómodo y acogedor, con música japonesa de fondo y con un reservado especial para grupos.
Tienen ramen de temporada: el Tantanmen es el más picante; el Montaña Fuji lleva montones de verduras; y el clásico se elabora a base de caldo de cerdo y vegetales, aderezado con salsa shouyu o miso.
En su carta también encontrarás arroces, sushi e incluso tapas, además de bebidas típicas de Japón, como cervezas y refrescos traídos directamente desde el país del sol naciente.
Tienen cuatro menús del día a elegir y ninguno supera los 12€. Sin olvidar, en ningún caso, que su especialidad es el ramen.
Se localiza en la calle de las Fuentes 1, entre Ópera y la Plaza Mayor.