Guillermo Santomá lleva a Matadero una gran cubierta de arena suspendida en el aire

Matadero Madrid presenta ‘Pista de baile’, un nuevo proyecto artístico ‘site especific’ (un trabajo diseñado específicamente para una localización en concreto) creado por el artista Guillermo Santomà que consiste en una estructura autoportante que aparece como una gran cubierta de arena, construida como si fuera un negativo de la arquitectura en la que se integra.

Santomà propone así, ha informado el Consistorio, un nuevo espacio para seguir construyéndo como comunidad cultural y donde seguir bailando. La intervención está concebida como un objeto y como un lugar al mismo tiempo, lista para acoger a sus visitantes, pero también para transformarse con ellos.

La pieza adquirirá movimiento, vida o, incluso, “consciencia propia al ser habitada”. En su interior, la enorme bola de luz que domina el espacio define el lugar de encuentro como si se tratara de “un fuego junto al que congregarse como nuevos primitivos e inventar novedosos rituales para este momento tan difícil que nos está tocando vivir”.

De este modo, la pista de baile se construye entre la ingeniería y la poesía, entre lo natural y lo sintético, entre la historia de la arquitectura y la ficción, tal y como el mismo artista relata a través de las imágenes del storyboard ilustrado que realizó para diseñar la instalación.

‘Ciudad Bailar · Exagerar’ tiene como objetivo reflexionar acerca del baile y del movimiento como una actividad inherente al ser humano, como un bostezo o un escalofrío, acciones inconscientes que expresan estados físicos y anímicos y toma como referencia este tiempo de confinamiento, distancia social y pistas vacías.

SANTOMÀ

Guillermo Santomà (Barcelona, 1984) trabaja en diferentes formatos que transitan entre el diseño, la arquitectura, la escultura y la escenografía o la performance. Sus instalaciones y obras de diseño han sido expuestas en la Side Gallery (Barcelona), Etage Projects (Copenhague y Nueva York) y en el Palais de Tokyo (París).

En su reciente exposición en el Museo Cerralbo de Madrid propuso 18 artefactos que se mezclaban en el espacio y en la colección de la Casa de Cerralbo, creando nuevas escenografías que invitaban al visitante a fantasear con nuevos usos, escenas y conversaciones.

Utiliza mecanismos sencillos para alterar objetos familiares en un proceso constante de deformación, creando entornos totales a través de una investigación radical con los materiales, la luz y el color.