Los vecinos de Boadilla del Monte están viviendo una situación más cercana a países con estados fallidos como Venezuela, que a un país democrático como España.
Las medidas de seguridad impuestas por el gobierno, para los ciudadanos más que para sus propios miembros de los ministerios, muestra a diario colas en los principales supermercados de los municipios, obligando a los clientes a entrar de tres en tres, tras una espera que puede superar la hora como durante este fin de semana.
Con las informaciones que se están conociendo, las revueltas en Italia ante la falta de dinero y alimentos y la presión y la angustia en las compras ante un posible desabastecimiento de alimentos en las próximas semanas, serán muchos los vecinos que intentarán aumentar la despensa, lo que provocará un aumento de colas y menos stock en los lineales.
Según los comentarios de cajeras y clientes, un 60 o 70% de los productos están en los lineales, y en los horarios de tarde la afluencia es menor habitualmente, aunque con el nuevo estado de alerta, con un confinamiento casi del 100%, se espera un mayor número de compradores a lo largo de todo el día.
El bolsillo se resiente
Aunque desde todas las plataformas se informa que no se están aumentando los precios, lo cierto es que la impresión de los clientes preguntados es que ahora el carro cuesta más llenarlo que hace un mes.
