spot_img

El día de los muertos Mexicanos da sabor a Boadilla

Los vecinos de Boadilla del Monte viven con pasión tanto el tradicional Día de Todos los Santos español, donde la familia aprovecha para acercarse a los cementerios a recordar a sus seres queridos, junto a otras modas traídas de países anglosajones donde una fiesta típicamente agraria, se ha convertido en una moda imparable, hablamos de Halloween.

Pero en Boadilla se puede disfrutar de un tercer modelo festivo, El Día de los Muertos, un evento traído de la cultura Mexicana que tantos lazos nos une, donde su identidad, colorido, y forma de entender la muerte, cada vez es más seguida por otros países, dentro y fuera de iberoamérica.

Imposible renunciar a mariachis y tequilas cuando deseas recordar a tus familiares y amigos en la felicidad, y no en la tristeza. Ahora por primera vez, Boadilla del Monte invita a disfrutar del Día de Muertos alrededor de un tequila premium, en base de cócteles que son un billete de ida a la cultura más auténtica de Mexico, para muchos, por primera vez en su vida.

Será hasta mediados de noviembre, cuando todos los vecinos mayores de edad, de Boadilla del Monte, durante los fines de semana, podrán usar las palabras de la famosa artista mexicana Frida Kahlo, gran amante de esta bebida extraída del agave: “Si me deja tomar este tequila le prometo no beber en mi funeral”.

Podremos disfrutar del Coctél Margarita, del Coctél El Diablo, del Coctél Paloma Roja y del Coctél Zest Appeal, que nos promete levantar la noche, con una combinación única de Patrón XO Café, zumo de limón y cerveza de jengibre. El toque final lo da una hoja de menta.

Desde Jalisco a Boadilla del Monte

El viaje hasta este Día de los Muertos castizo comenzó en las tierras de Jalisco hace 30 años. Hasta allí llegaron John Paul DeJoria y Martin Crowley, dos empresarios enamorados del tequila que querían producir el de mejor calidad posible. Hoy en día, continúa elaborándose de manera exclusiva y en pequeñas cantidades en Hacienda Patrón gracias a artesanos locales que recolectan el agave azul Weber tras un proceso de maduración de ocho años y lo combinan posteriormente con piña horneada al ladrillo, dejando fermentar la mezcla tres días.

El resultado es un tequila que puede disfrutarse sin mezclar o, como en este noviembre, en forma de cóctel en Gallo Negro Siglo XXI (Avenida Siglo XXI, 7, Boadilla del Monte). El viaje a la larga noche mexicana está asegurado.