Las casas de la Colonia Experimental de Villaverde se hunden 20 años después

La Colonia Experimental de Villaverde presenta un estado de absoluto abandono. Las promesas incumplidas desde hace 20 años tienen drásticas consecuencias, como el hundimiento de las propias viviendas. No hay asfalto en la parte trasera de los edificios, los espacios se han convertido en un barrizan con la llegada de la borrasca Mónica. Existe una sentencia judicial que obliga a reconstruir estas viviendas, pero nunca se ha ejecutado.

A finales del pasado año se aprobaron las partidas económicas, pero el dinero no llega y las inclemencias meteorológicas no tienen piedad con una zona que se parece más a una barriada dejada de la mano de Dios que a una parte de una ciudad moderna del s.XXI. Las grietas, redes de seguridad e incluso con advertencias de prohibido el paso por riesgo de derrumbe se abren camino entre los vecinos, cuyo hartazgo ha colmado el vaso de la paciencia.

Las movilizaciones y denuncias en la Colonia Experimental de Villaverde se han repetido en el tiempo a lo largo de este casi cuarto de siglo, pero el inmovilismo se ha mantenido en la administración. La zona, diseñada por el sindicato de Obra de Franco en 1957, iba a albergar trabajadores y familias en pisos de tan solo 45 metros, un espacio muy reducido, casi a la altura de un estudio de una habitación, salón, baño y cocina. No daba para más.

Las viviendas se entregaron nuevas, con amplias zonas ajardinadas y alejadas del ruido en un Madrid que aún no había sido devorado por el boom inmobiliario, que llegaría en los 70 y 80.

LA COLONIA EXPERIMENTAL DE VILLARVERDE Y LA INSEGURIDAD

Al lamentable estado de las viviendas se une también la inseguridad en la zona, ubicada con la polémica Colonia Marconi y sus peligrosas calles. La suciedad, como se ha mostrado en numerosos vídeos de redes sociales, se acumula en las calles, convertidas ahora en pistas más propias de rallies que de una ciudad que espera albergar segundo circuito urbano de F-1. La zona se alza como una isla, pero indeseable para sus vecinos.

La Justicia habló, así como las crónicas de la época, que mostraban la zona como un poblado chabolista en vertical en el interior de Villaverde Alto. Las mallas siguen, no obstante, visibles a los ojos de los vecinos, mientras que a tan solo una veintena de metros se pueden observar edificaciones robustas, con su asfalto, transformadores nuevos y renovados, así como una mejor calidad de vida, sin ratas correteando por la zona, tal y como muestran los propios vecinos en diversas plataformas.

LA ENVIDIA, A 20 METROS DE LA COLONIA

Los desperdicios se acumulan y tampoco hay contenedores en la zona. Las latas de refresco no encuentran a un barrendero para llevárselas y acaban oxidadas, a merced de los menores o de la rueda de alguno de los vehículos que aparca justo detrás de los portales, en un auténtico barrizal.

Las quejas y denuncias se suceden, pese a tener a la Justicia de su lado. Hace tres meses se dio luz verde a partidas económicas para rehabilitar viviendas, pero el dinero no ha llegado y las viviendas se hunden. El proyecto apuntaba a destruir las viviendas y levantarlas de nuevo, al menos un centenar de ellas, pero no hay rastro de esta adjudicación en la plataforma de contratación del Estado.

Las redes, la fachada en la Colonia Experimental de Villaverde
Las redes, la fachada en la Colonia Experimental de Villaverde

El único apoyo es una partida para «el apoyo y seguimiento a la rehabilitación de la Colonia Experimental -Servicio de acompañamiento social para la transformación urbana en la colonia experimental-, dotada por el Ayuntamiento de Madrid con un Presupuesto de 269.551 euros en 2021 y otros 73.307 euros en 2022. Ni de este año pasado ni en estos primeros meses de 2024 se ha llevado a cabo licitación alguna.

Estas partidas aprobadas servían para poner en marcha «un servicio de acompañamiento social a la Colonia Experimental del distrito de Villaverde en la rehabilitación edificatoria a través de un abordaje integral de la intervención social en esta zona, acompañando la mejora física del hábitat urbano con la puesta en marcha e integración de otras acciones transversales en el marco de los Servicios Sociales de Atención Social Primaria del distrito de Villaverde». La pregunta es dónde ha acabado el dinero si todo continúa tres años más tarde en prácticamente la misma situación.

Asimismo, se indicó que el «objeto de la actuación es promover una atención social integral en el marco del sistema de atención social primaria del distrito, a través de un proceso de desarrollo comunitario y cohesión social, acompasando la transformación urbana con el impacto social que de ella se derive y complementario a la intervención social realizada por las trabajadoras sociales del centro de servicios sociales Huerta de Villaverde».

UN PLAN PARA LOS VECINOS, PERO SIN EJECUTAR LA SENTENCIA

Según el plan de ejecución presupuestaria se atendió al impacto de «los miembros más vulnerables», con entrevistas en intervención individual y familiar, visitas a domicilio, coordinaciones sobre la situación habitacional, promoción de la cohesión y la convivencia en comunidades de vecinos, coordinación con agentes clave, como la Empresa Municipal de Vivienda, administradores y vecinos; análisis de las relaciones vecinales y de los conflictos vecinales; formación, información y asesoramiento a vecinos/as; campaña de información y asesoramiento; así como ayudas al alquiler, bonos sociales, «no me chinches», cuida tu entorno, urbanismo feminista, derechos y deberes de inquilinos y propietarios; «vivienda pública, actividades comunitarias» para el día de la mediación, día de la Mujer, mapeo del espacio público, «la Experimental recicla», «la Experimental cumple años» -pese a la sentencia judicial-, «actividad intercultural en Colonia», «Jornada Anual de intervención social comunitaria».

Además, se inició un proceso comunitario de la transformación urbana, con actividades comunitarias, grupo de mujeres, revista Distrito 17, colaboración con la Asociación Administrativa de Cooperación de la Colonia Experimental; trabajo en redes y proyectos sociales de la zona; evaluación de las líneas descritas, de los cuales se han beneficiado 650 personas de la intervención individual, a las actividades formativas han participado 103 personas y en las comunitarias 780 personas.

Asimismo, se destinaron 30.449 euros en 2021 para la adquisición de las competencias digitales básicas para aprovechar la riqueza de las nuevas posibilidades asociadas a las tecnologías digitales, en una zona donde los transformadores eléctricos muestran unas deficientes condiciones. Esta colonia alberga un total de 480 viviendas, de las que más de un centenar registran graves deficiencias.