Miles de personas con banderas de España apoyan la cuarta protesta del PP contra la amnistía

Miles de personas con banderas de España y de la UE han secundado la cuarta concentración que ha convocado el PP en la Plaza de España de Madrid para protestar contra la ley de amnistía y las “cesiones” del Ejecutivo de Pedro Sánchez a los independentistas. Se trata de la cuarta movilización desde el pasado otoño que convoca la cúpula del PP que lidera Alberto Núñez Feijóo contra esa norma, que aprobará el próximo martes el Pleno del Congreso.

Bajo el lema ‘Una España fuerte’, los manifestantes han coreado lemas como ‘Puigdemont a prisión’ y han portado pancartas con lemas como ‘Sánchez traidor’, ‘Amnistía no’, ‘Pedro Sánchez a prisión’ o ‘Ferraz, un grito de unidad contra el sanchismo’. Fuentes del Partido Popular han cifrado la asistencia en “más de 70.000 personas” pero la Delegación del Gobierno ha rebajada el número de asistentes hasta los 45.000.

El presidente del PP y casi todos sus presidentes autonómicos han vuelto a salir de la calle en defensa de la igualdad de todos los españoles y para denunciar el “el proceso destituyente” que, según los ‘populares’, ha iniciado el Gobierno de PSOE y Sumar. A la protesta se han sumado los expresidentes del Gobierno José María Aznar y Mariano Rajoy.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha avisado a Pedro Sánchez que será castigado en las urnas y su Gobierno tendrá “un final más pronto que tarde” porque “España no se vende” y ha desatado una “tormenta de dignidad” en todo el país que “cada día es más fuerte”. Feijóo ha afirmado que el presidente del Gobierno “pasará a la historia” por “sus mentiras difrazadas en cambios de opinión”, “por su conveniencia disfrazada de convivencia”, “por vender al Partido Socialista” y “por poner en venta a España”.

Durante su intervención, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha criticado que el PSOE “normalice y pacte con el crimen” y ha pedido “auxilio” a las instituciones europeas frente a la amnistía a los líderes del ‘procés’. “Muchísimas gracias españoles de todos los rincones de España y del mundo, ciudadanos que una vez más os unís a nosotros en esta señal de auxilio para pedir a las instituciones, sobre todo europeas, que escuchen lo que está pasando en España. Amnistía, en mi nombre, no”, ha trasladado la presidenta desde Plaza de España.

Ayuso ha cargado contra un Gobierno que “está borrando artículos del Código Penal y redacta leyes a conveniencia de aquellos que han cometido los más graves delitos, desguazando el Estado de derecho a gran velocidad”. “Persiguen a los jueces, desprecian el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, mientras reescriben la historia. ETA es pasado, el 1 de octubre es pasado, el referéndum ilegal, la ruptura de la convivencia, la quema de las calles en Cataluña, el terrorismo para acabar con instalaciones críticas, la fuga de empresas… Todo es pasado, pero la Guerra Civil es presente”, ha reprochado la presidenta madrileña.

Así, considera que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha apostado por “la inversión de valores, la cultura de la mentira, del caradura y del pillaje” y ha criticado que se habla de un “terrorismo bueno” porque se quiere confundir “el vandalismo con terrorismo”.

“El artículo 573 del Código Penal es muy claro. Tienen esas finalidades subvertir el orden constitucional, desestabilizar el funcionamiento de las instituciones políticas, económicas, sociales del Estado, alterar gravemente la paz pública, promover el estado de terror en la población. ¿Eso no es terrorismo, señor Sánchez? Ahora no es terrorismo. Ahora (Arnaldo) Otegi es un hombre de paz”, ha señalado.

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida ha celebrado el inicio de una “ruta de la igualdad” que llegará “hasta el último rincón de la nación” para llevar el mensaje de que “hay esperanza frente al sanchismo”. “¿Recordáis haber visto aquella foto de cuando visitó (Pedro Sánchez) a los policías heridos por el terrorismo que se ejerció en Barcelona el año 2019? Yo le digo, Pedro, visítales ahora, mírales a los ojos y diles que sus lesiones, su incapacidad permanente, no sirven para nada”, ha denunciado el alcalde.

Además, ha defendido que los españoles de a pie no se preocupan sobre “lo que habla (Carles) Puigdemont en un despacho en Waterloo, ni de qué habla (Arnaldo) Otegi en el País Vasco, ni (Oriol) Junqueras”, sino por la igualdad. “La inmensa mayoría de los españoles está con el sentido común, con la convivencia, con la tolerancia y con la Constitución de 1978”, ha reivindicado el regidor.

“La inmensa mayoría de los españoles no nos resignamos a que España se convierta en una colonia del sanchismo, sino que lo que queremos es seguir siendo la democracia que nos dimos en 1978”, ha defendido, señalando a Pedro Sánchez como un “obstáculo” para la garantía de igualdad.

Almeida ha alertado también de que desde el Gobierno se van a “cansar” de verles en las calles defiendo la igualdad. “Les vamos a ganar y lo vamos a hacer por España y por los españoles. Tenemos que dejarle claro a Sánchez que, frente a su rendición, nuestro paso adelante; frente su muro, nuestro compromiso con España y los españoles; frente a su entreguismo al independentismo y al golpismo, nos tendrá enfrente; para seguir construyendo la mejor España que nos hemos dado entre todos, la de 1978″, ha subrayado.

LOS SOCIALISTAS “SIEMPRE LOGRAN CAER MÁS ABAJO”

Feijóo y los suyos han elevado el tono contra el Gobierno tras el último pacto entre el PSOE y sus socios a través de una enmienda a esa ley –que se aprobará el día 30 en el Pleno del Congreso– que blinda a Tsunami y los CDR en la amnistía, excluyendo el terrorismo solo cuando haya “violaciones graves” de derechos humanos.

Desde ‘Génova’ consideran que los socialistas “siempre logran caer más bajo”, dado que no hay terrorismo bueno y malo sino que hay terrorismo y “no se puede amnistiar en ningún caso”. “El terrorismo ni se tapa ni se perdona, se investiga y se condena hasta el final”, proclamó Feijóo hace unos días en el homenaje a Gregorio Ordóñez, concejal del PP asesinado por ETA el 23 de enero de 1995.

Esta nueva protesta de los ‘populares’ contra el Gobierno, que acredita la distancia que separa a PSOE y PP en esta legislatura, se produce cuando se abre una ventana de negociación entre ambos con la mediación de la Comisión Europea para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Así, el comisario de Justicia, Didier Reynders, ha citado en Bruselas el próximo miércoles al ministro de Justicia, Félix Bolaños, y al vicesecretario de Institucional del PP, Esteban González Pons, para intentar desbloquear la renovación del órgano de gobierno de los jueces, cuyo mandato lleva más cinco años caducado.

FEIJÓO QUIERE MANTENER EL INTERÉS VIVO EN LA CALLE

Feijóo arrancó 2024 anunciando una ofensiva jurídica, social y política “sin cuartel” contra los acuerdos del PSOE con Junts y la “extorsión” a la que, a su juicio, Pedro Sánchez somete a España. Al margen de la vía jurídica y política, el líder del PP quiere mantener vivo el pulso de la calle –pese al frío de enero– tras los buenos resultados que le dieron el pasado otoño otras protestas multitudinarias similares. “El domingo 28 os esperamos en Madrid, en la calle de nuevo, para defender la democracia, para seguir siendo libres e iguales y para denunciar el proceso destituyente que el PSOE con los independentistas están llevando a cabo”, proclamó Feijóo el pasado lunes en un encuentro con alcaldes del PP.

Para mantener la tensión en la calle ha reclutado a sus cargos territoriales, que estos días han llamado a la movilización desde sus respectivos territorios. Aparte de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que ha ejercido de anfitriona, han asistido Juanma Moreno (Andalucía), Alfonso Fernández Mañueco (CyL), Jorge Azcón (Aragón), Marga Prohens (Baleares), María Guardiola (Extremadura), Fernando López Miras (Murcia), Carlos Mazón (Comunidad Valenciana) y Gonzalo Capellán (La Rioja).

También ha estado en la Plaza de España el domingo los presidentes del PP en el País Vasco, Castilla-La Mancha, Cataluña, Navarra y Asturias, Javier de Andrés, Paco Núñez, Alejandro Fernández, Javier García y Álvaro Queipo, respectivamente.

El propio alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, animaba a “todos los españoles” a la “cita ineludible” en la Plaza de España donde el PP se concentrará en contra de la amnistía y las “cesiones” del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y conseguir que “resuene” el arranque del “camino de la igualdad” de los ‘populares’ que llegará “hasta el último rincón” del país.

AUSENCIA DE VOX

Los ‘populares’ han logrado arrebatar la bandera de la calle a Vox, que ha apoyado otras protestas del PP. Sin embargo, después de las desavenencias que han mostrado estas semanas con la cúpula del Partido Popular, el secretario general de ese partido, Ignacio Garriga, ya avanzó que Vox no acudiría a la Plaza de España este domingo. Eso sí, entre los asistentes si que se han podido ver banderas de la bandera de España con el logo de Vox.

El pasado mes de diciembre, Vox anunció la ruptura de relaciones con el PP nacional de Feijóo arguyendo la negativa de los ‘populares’ a armar una estrategia conjunta contra el Gobierno de Sánchez por sus pactos con los independentistas. Además, los de Abascal esgrimieron el acuerdo sellado entre PP y PSOE para el reparto de comisiones parlamentarias.

CUARTA MANIFESTACIÓN

Se trata de la cuarta protesta contra la amnistía y las negociaciones de Sánchez con los independentistas que organiza el PP. La primera tuvo lugar en la madrileña plaza de Felipe II el pasado 24 de septiembre.

El pasado 12 de noviembre, el PP también convocó concentraciones contra la amnistía en todas las capitales de provincia de España. Y volvió a salir a la calle el 3 de diciembre en el Templo de Debod de Madrid, pocos días antes la celebración del aniversario de la Constitución.

El PP ha apoyado otras manifestaciones contra esta ley, como la que organizaron más de un centenar de organizaciones de la sociedad civil el 18 de noviembre en Madrid. Los organizaciones calcularon que había sido secundada por casi un millón de personas mientras que la Delegación del Gobierno apuntó entonces a 170.000 asistentes.