La calle Zabaleta continúa en pie de guerra contra la proliferación de cocinas fantasmas, negocios industriales que operan en zonas residenciales generando un impacto negativo en la calidad de vida de los residentes. Desde la plataforma ‘Stop cocinas fantasma’, los vecinos denuncian los problemas causados por estas instalaciones, exigiendo regulaciones más estrictas y la paralización de nuevas aperturas. Además, los vecinos «no pueden más» con estas instalaciones e inundan las redes de vídeos para denunciar la situación.
La calle Zabaleta ha experimentado una transformación no deseada en los últimos meses con la polémica de las cocinas fantasma. La llegada de estas instalaciones, hace más de dos años, a esta zona, ha generado malestar entre los vecinos, quienes afirman que sus vidas cotidianas se ven afectadas por los inconvenientes derivados de estos establecimientos.
Uno de los principales problemas que enfrentan los residentes es el bloqueo de calles y la ocupación constante de la vía pública. Repartidores y suministradores congestionan no solo la calle Zabaleta, sino también las calles aledañas, convirtiendo una zona residencial en lo que podría describirse como un polígono industrial improvisado.
OLORES Y ACUMULACIÓN DE RESIDUOS
Los ruidos derivados de los vehículos de repartidores esperando o realizando recogidas han alcanzado niveles molestos para los residentes. La presencia de personas en la vía pública hasta altas horas de la noche, todos los días de la semana, ha generado un ambiente inquietante en una calle que solía caracterizarse por su tranquilidad.
La propagación de olores desagradables por toda la zona cercana a las cocinas fantasmas es otra queja común entre los vecinos. Además, la acumulación y gestión de residuos en la propia calle añade una capa adicional de molestias e inconvenientes.
‘STOP COCINAS FANTASMA’ ALZA LA VOZ EN REDES
Desde la plataforma “Stop cocinas fantasma”, los vecinos han decidido unirse para expresar su descontento y exigir medidas concretas para detener la proliferación de estos establecimientos en zonas residenciales. Afirman que las cocinas fantasmas no solo afectan a los residentes del bloque donde se ubican, sino que impactan negativamente en todo el vecindario.
La rapidez con la que se pueden poner en marcha estas cocinas fantasmas, apenas en dos meses, sin necesidad de instalaciones cara al público, ha llamado la atención de la plataforma. Además, denuncian la falta de inspecciones por parte de las autoridades, lo que permite que estos negocios operen de manera continua, siete días a la semana, a lo largo de todo el día, sin un control adecuado.
ANULACIÓN DE LICENCIAS Y RECURSO DEL AYUNTAMIENTO
El último movimiento de la plataforma “Stop cocinas fantasma” se registró el 4 de diciembre, cuando decidieron alzar la voz contra la pasividad del Ayuntamiento en la regulación de estas instalaciones en zonas residenciales. La Asociación vecinal Pasillo Verde-Imperial ha decidido apoyar a los vecinos afectados en la calle Zabaleta, recaudando fondos para hacer frente a los gastos legales en la segunda instancia ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
El pasado 22 de octubre, los tribunales de Madrid anularon la licencia municipal de la cocina fantasma en el Paseo Imperial 8 (Arganzuela). La sentencia declaró nula la licencia concedida por el Ayuntamiento, argumentando la falta de tramitación de la evaluación ambiental para una actividad que la jueza calificó como “industrial”. Sin embargo, el Ayuntamiento de Madrid recurrió la decisión, obligando a los vecinos a enfrentarse nuevamente a la batalla legal.
Los vecinos afectados por las cocinas fantasmas insisten en la necesidad de una regulación más estricta que evite la instalación de estos negocios en zonas residenciales sin evaluación ambiental previa. Además, solicitan apoyo financiero para hacer frente a los costos legales y continuar la defensa de su causa.
LAS COCINAS FANTASMA: ESTOS SON LOS RIESGOS PAFRA SALUD
Además de los problemas evidentes de ruido, bloqueo de calles y acumulación de residuos, los vecinos alertan sobre el impacto ambiental y los riesgos para la salud asociados con la emisión de sustancias contaminantes provenientes de las extractoras de las cocinas industriales.
La situación en la calle Zabaleta refleja un dilema creciente en muchas ciudades, donde la proliferación de cocinas fantasmas está generando conflictos entre la conveniencia de la entrega a domicilio y la calidad de vida de los residentes. La falta de regulación adecuada y la rapidez con la que estos negocios pueden establecerse plantean desafíos para las autoridades y la comunidad en general.
La plataforma “Stop cocinas fantasma” hace un llamado a la sociedad para reflexionar sobre cómo estas dinámicas podrían afectar la calidad de vida en cualquier vecindario. Buscan apoyo no solo para su causa específica en la calle Zabaleta, sino también para promover una regulación que equilibre la conveniencia de la entrega a domicilio con la protección de la salud y el bienestar de los residentes en áreas residenciales.
