Incidente en la Línea 133 de la EMT: paradas no atendidas hacen estallar a un conductor

La línea de autobús 133 de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), gestionada por el Ayuntamiento de Madrid, se vio envuelta en un tenso episodio la semana pasada cuando un conductor reaccionó de forma agresiva hacia los pasajeros. La ruta, que conecta la Plaza de Callao con Mirasierra, experimentó una situación inusual que generó malestar y preocupación entre los usuarios.

Según el testimonio de una de las viajeras del autobús, el conductor detuvo el vehículo hasta en tres ocasiones en paradas que habían sido solicitadas por los pasajeros. Sin embargo, al llegar la hora de bajarse, nadie descendía del autobús. Ante esta repetición de situaciones, en la cuarta parada el conductor, visiblemente enfadado, adoptó una actitud agresiva y comenzó a increpar a los pasajeros.

«Gritó: ‘¿Quién ha sido? ¿Quién ha sido esta vez? ¿Nadie va a decir nada, no?’. Los pasajeros, atónitos, permanecieron en silencio», relata la afectada. En ningún momento, según su versión, pudo observar que algún pasajero hubiera accionado el mecanismo de solicitud para detener el autobús y luego no se bajara. La falta de respuestas provocó que el conductor intensificara su comportamiento.

AGRESIÓN VERBAL Y AMENAZAS DETIENEN EL AUTOBÚS

El conductor, en un intento por obtener respuestas, ordenó a los pasajeros que no se moviesen de sus asientos y comenzasen a identificar quién había solicitado las paradas sin descender. La situación llevó a una parada completa durante aproximadamente 10 minutos en una de las paradas en dirección a Mirasierra.

Linea 133 EMT
Línea 133 de la EMT

La afectada relata: «Ninguno de los pasajeros decidió cruzar palabra con el conductor, algunos por miedo, según comentan, y otros porque se apreciaba que estaba enfadado». La tensión en el autobús no solo quedó reflejada en el mutismo de los usuarios, sino que también dejó entrever la incomodidad y preocupación generalizada por la situación.

REACCIONES DE LOS PASAJEROS Y CRÍTICAS A LA EMT Y AL AYUNTAMIENTO

Los pasajeros, según el testimonio recogido, se abstuvieron de confrontar al conductor por temor a represalias y al evidente enfado del mismo. La afectada destaca que había pasajeros extranjeros que, de no mediar más, estuvieron a punto de llamar a la Policía.

Este incidente pone en entredicho la imagen de la EMT y del Ayuntamiento de Madrid, que ya se han visto involucrados en situaciones similares en el pasado. La falta de protocolos para lidiar con estas circunstancias y la ausencia de un abordaje adecuado por parte del conductor generan dudas sobre la capacitación y la supervisión en el servicio de transporte público.

ANTECEDENTES Y PREOCUPACIÓN POR LA SEGURIDAD DE LOS USUARIOS

Este no es el primer caso de agresividad o falta de profesionalismo por parte de conductores de la EMT. Los usuarios expresan su preocupación por la seguridad y el bienestar durante sus desplazamientos en transporte público. La necesidad de implementar medidas correctivas y preventivas se vuelve evidente en un servicio esencial para miles de madrileños.

Linea 133 EMT
Mirasierra

Ante la repercusión del incidente, se espera una declaración oficial por parte del Ayuntamiento de Madrid y la EMT. Los ciudadanos exigen medidas correctivas y preventivas que aseguren un entorno seguro y respetuoso en el transporte público. La calidad del servicio y la reputación de la EMT están en juego, y la ciudadanía espera respuestas y acciones concretas para evitar situaciones similares en el futuro.