Ponzano y Enric Granados: una lucha por controlar la noche

En las agitadas noches de dos de las calles más emblemáticas de Madrid y Barcelona, Ponzano y Enric Granados, el bullicio y la proliferación de locales de ocio han desencadenado un conflicto entre los residentes y la expansión descontrolada de establecimientos. Este fenómeno plantea interrogantes sobre cómo las ciudades están lidiando con la vitalidad urbana, el turismo y la calidad de vida de sus habitantes.

PONZANO RESISTE EN MADRID A LA LEY ANTIRRUIDO

A pesar de los esfuerzos del Ayuntamiento de Madrid por controlar el ruido y la proliferación de locales de ocio, Ponzano sigue siendo testigo de la llegada constante de nuevos bares y restaurantes. La normativa antirruido implementada en enero de 2023, que buscaba regular la apertura de nuevos negocios generadores de ruido, no ha frenado la colonización de esta famosa calle madrileña.

A finales de 2023, la situación es clara: 78 locales de hostelería operan en Ponzano, un incremento significativo en los últimos cuatro años. Este cambio ha supuesto la desaparición de comercios tradicionales, como fruterías y tiendas de muebles de cocina, reemplazados por negocios de vinos, bodegas y parrillas argentinas. La Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE), diseñada para imponer restricciones estrictas en la apertura de nuevos negocios generadores de ruido, no ha logrado detener la invasión de bares.

El alcalde José Martínez-Almeida ha expresado su compromiso de abordar este problema, pero la realidad en Ponzano muestra que las medidas hasta ahora han sido insuficientes. La asociación vecinal El Organillo ha identificado al menos media docena de nuevos negocios de hostelería que han surgido desafiando las expectativas de cambio, incluso en calles aledañas consideradas «zona roja» por la ZPAE.

ENRIC GRANADOS: LA NOCHE IMPACTA EN EL COMERCIO LOCAL

En el corazón del Eixample barcelonés, la calle Enric Granados ha experimentado una transformación similar debido a la proliferación de bares y restaurantes. El plan de usos implementado por el Ayuntamiento de Barcelona tenía como objetivo limitar la apertura de nuevos locales de ocio para preservar la calidad de vida de los residentes. Sin embargo, la situación en Enric Granados plantea desafíos únicos.

Ponzano noche
Nuevo mapa según la ZPAE

Jordi Badia, miembro de SOS Enric Granados, destaca la desproporción entre la oferta de hostelería y las necesidades de la comunidad. La retirada obligatoria de mesas y sillas a ciertas horas ha sido una medida para mitigar el impacto, pero los residentes señalan una nueva problemática: la aglomeración nocturna generada por establecimientos de alimentación.

Según Badia, aparte de los locales de restauración y ocio nocturno, ha surgido un «segundo monocultivo» de establecimientos de alimentación, como horchaterías, heladerías y lugares de degustación de café. Aunque no se les permite tener terrazas, los residentes se quejan de que la calle se convierte en la terraza cuando estos establecimientos cierran, generando aglomeraciones a altas horas de la noche.

IMPACTO IRREPARABLE EN LA SALUD VECINAL

El auge de la hostelería y el turismo ha tenido un impacto significativo en el comercio local y la vida de los residentes. En Enric Granados, Badia relata el caso de una mercería centenaria bloqueada por mesas de terraza, y alerta sobre la pérdida del comercio de proximidad en ese tramo de l’Esquerra de l’Eixample.

Por otro lado, en Ponzano, los residentes denuncian el «uso abusivo» de la restauración y el ocio nocturno, afectando no solo la calidad de vida, sino también la salud de la vecindad. Las multas impuestas por la normativa antirruido parecen no ser suficientes para frenar la invasión de bares.

Ponzano noche
Bares en Ponzano

Ambas ciudades enfrentan la pérdida del comercio de proximidad, con negocios tradicionales cerrando ante la avalancha de establecimientos de ocio. En Enric Granados, Badia relata el caso de una mercería con 110 años de historia, bloqueada por mesas de terraza, y alerta sobre la extensión del problema a calles adyacentes.

DESAFÍOS FUTUROS PARA LA HOSTELERÍA

En conclusión, tanto Madrid como Barcelona enfrentan desafíos similares en sus calles más emblemáticas, lidiando con la necesidad de equilibrar el atractivo turístico y la vida nocturna con el bienestar de los residentes y la preservación del comercio local. La búsqueda de soluciones efectivas sigue siendo un desafío para ambas ciudades en su lucha por mantener el equilibrio entre la vitalidad urbana y la calidad de vida de sus vecinos.

El debate entre el desarrollo económico, el turismo y la protección de la identidad local está en pleno apogeo, y las medidas actuales parecen insuficientes para satisfacer a todas las partes involucradas. La colaboración entre autoridades locales, residentes y empresarios se presenta como crucial para encontrar soluciones sostenibles que preserven la esencia de estas calles icónicas mientras se asegura el bienestar de quienes las habitan. El desafío sigue abierto, y el tiempo dirá si se logra encontrar un equilibrio armonioso en estas vibrantes arterias urbanas.