Después de la polémica generada por los insultos dirigidos a la alcaldesa Judith Piquet por parte de la subdelegada y el ministro Escrivá, los técnicos del Ministerio de Inclusión y Migraciones finalmente reconocen la necesidad de coordinación en materia de seguridad ciudadana.
La alcaldesa de Alcalá de Henares, Judith Piquet ha obtenido el respaldo de los técnicos del Ministerio de Inclusión y Migraciones en relación con su demanda de coordinación en materia de seguridad ciudadana, luego de los desafortunados insultos proferidos por el subdelegado y Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones de España, José Luis Escrivá Belmonte.
La reunión, que abordó la situación de los migrantes llegados a las costas de Canarias, reveló importantes decisiones y acuerdos entre el ayuntamiento y el ministerio. Después de los desencuentros verbales entre la alcaldesa Piqué y altos funcionarios del gobierno, los técnicos del Ministerio de Inclusión y Migraciones finalmente reconocieron la necesidad de coordinar a las policías locales y nacionales.
Esta decisión se basa en la comprensión de que la responsabilidad de cualquier evento que ocurra fuera del recinto recae tanto en los cuerpos de policía local como en las fuerzas de seguridad nacionales. Para abordar esta coordinación, se acordó la creación de una comisión encargada de organizar y sincronizar los servicios de seguridad.
RESPUESTAS A LAS DEMANDAS DE JUDITH PIQUET
La reunión, que se desarrolló en dos partes, inició con una fase técnica liderada por la directora general de gestión del sistema de acogida de Protección Internacional y Temporal, Amapola Blasco. Durante esta fase, se proporcionó información detallada sobre el plan de acogida de migrantes en Alcalá de Henares.
Entre los puntos destacados se encuentran la llegada de los primeros 250 migrantes a Alcalá de Henares, que se llevará a cabo el 20 de noviembre. La llegada se dividirá en tres fases, con un total de 378 migrantes en cada fase. En este sentido, la primera fase será del 20 de noviembre a finales de mes (250 migrantes); la segunda fase será la primera quincena de diciembre (378 migrantes) y la tercera fase va de la segunda quincena de diciembre (378 migrantes).
Se estima que los migrantes no permanecerán más de un mes en el centro. Además, habrá personal médico disponible, con un enfermero y un médico para todos los residentes. Se implementará una barrera para separar el cuartel y el arsenal de armas de los militares y evitar el contacto con los migrantes.
la llegada de los primeros 250 migrantes a Alcalá de Henares, que se llevará a cabo el 20 de noviembre. La llegada se dividirá en tres fases, con un total de 378 migrantes en cada fase
En cuanto a los horarios del centro serán de 9:00 horas a 22:00 horas, y quienes estén fuera después de las 22 se quedarán fuera. Se proporcionarán instalaciones deportivas, como canchas de fútbol y baloncesto. Hay que tener en cuenta, como curiosidad, que será un funcionario del ministerio el que actuará como enlace entre el campamento y los servicios públicos del Ayuntamiento. Además, se comprometieron a invitar a la alcaldesa a visitar el centro una vez esté operativo y a establecer una comisión de seguimiento.
SOMBRAS EN LA GESTIÓN DE LA CRISIS MIGRATORIA
La segunda parte de la reunión, de carácter más político, contó con la participación de la secretaria de Estado de Migraciones, Isabel Castro. En este segmento, surgieron dudas y sombras sobre la gestión del Ministerio dirigido por Escrivá.
Se proyecta que las personas permanezcan en el centro temporal hasta marzo, pero no se establece un compromiso claro para cerrar el centro en esa fecha. Además, la ausencia de una fecha de cierre genera preocupaciones sobre la posibilidad de crear un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) encubierto sin tener en cuenta la opinión del Ayuntamiento y los vecinos de Alcalá de Henares.
A pesar de las críticas anteriores, se reconoce que sí se necesita un plan de seguridad para el campamento, que incluirá seguridad privada y cámaras, pero sorprendentemente, se admitió que el plan no está finalizado y se presentará después de la llegada de los migrantes.
La reunión, en su conjunto, representa un paso significativo hacia la resolución de la crisis migratoria en Alcalá de Henares, aunque persisten algunas incertidumbres en la gestión política y de seguridad. La alcaldesa Piquet, después de semanas de exigir soluciones, ha obtenido un respaldo técnico a sus demandas, aunque la necesidad de una supervisión constante y una colaboración efectiva entre el ayuntamiento y el ministerio se mantiene como un desafío clave en los meses venideros.