Convivir con la incineradora de Valdemingómez: «Emisiones con olor a basura quemada»

Los vecinos que tienen que convivir con los residuos tóxicos que emite la incineradora de Valdemingómez expresan que ya se hace imposible seguir así.

Los vecinos que tienen que convivir con las emisiones de la incineradora de Valdemingómez expresan su malestar ante una realidad que se ha convertido en una broma de mal gusto. Cada vez que el viento sopla en una dirección desfavorable, el aire se llena de un penetrante olor a basura quemada que invade sus hogares y afecta a su calidad de vida. Este 13 de octubre, el plazo de alegaciones a la Estrategia de Prevención y Gestión de Residuos Domésticos y Comerciales de la Ciudad de Madrid-2030 llegó a su fin, y los residentes no pueden pasar por alto la necesidad de abordar este problema.

La planta de incineración de Las Lomas está ubicada a tan solo 2,4 kilómetros del Ensanche de Vallecas, y la situación se ha vuelto insostenible para quienes residen en las proximidades. Los vecinos instan al Ayuntamiento de Madrid a tomar medidas concretas para solucionar esta cuestión y, en última instancia, cerrar esta instalación que ha afectado negativamente sus vidas durante años. El documento municipal, conocido como Estrategia de Residuos 2030, plantea la continuidad de la incineración de residuos en Valdemingómez, lo que ha generado un fuerte rechazo en la comunidad.

MOVILIZACIÓN CONTRA LA INCINERADORA

La situación es especialmente crítica en el PAU vallecano, donde los residentes se han unido en una movilización para hacer que esta estrategia incluya la creación de una ordenanza de control de malos olores. Además, exigen mediciones mensuales de contaminantes orgánicos persistentes en el entorno de Valdemingómez y la biomonitorización humana en un radio de 10 kilómetros alrededor del complejo de este parque tecnológico y vertedero.

Incineradora
Incineradora de Valdemingómez

Los vecinos no están dispuestos a conformarse con simplemente plantear sus quejas; desean establecer una comisión de seguimiento que garantice el cierre de la incineradora para 2025. Esta propuesta, respaldada por quienes residen en la zona, busca una solución a largo plazo que restaure la calidad de vida en el Ensanche de Vallecas y sus alrededores.

El documento municipal, en proceso de información pública, se inclina por mantener la capacidad de incineración actual. Argumenta que, desde 1999 hasta 2022, se han incinerado 7,1 millones de toneladas de residuos en Valdemingómez, y que, de no haberse incinerado, habrían ocupado una superficie de 31 hectáreas de vertedero.

LA RESPUESTA DEL AYUNTAMIENTO DE MADRID

El Ayuntamiento de Madrid justifica la continuidad de la incineradora, señalando que este método se ha impuesto frente al depósito en vertedero en la Unión Europea en los últimos años. También compara la situación con otras capitales europeas, como París o Copenhague, que tienen incineradoras en el centro de las ciudades, aunque no se menciona que estas ciudades han implementado medidas más estrictas para controlar las emisiones y mitigar los impactos en la salud de los residentes.

Los vecinos del Ensanche de Vallecas argumentan que la incineradora no solo emite olores desagradables, sino que también genera preocupaciones sobre la contaminación del aire y la salud de las personas que viven en la zona. Exigen una mayor claridad en la identificación de los tipos de contaminación y las afecciones que los residuos pueden provocar.

El documento municipal, conocido como Estrategia de Residuos 2030, plantea la continuidad de la incineración de residuos en Valdemingómez

El Ayuntamiento, por su parte, cita informes de Madrid Salud y del CSIC para afirmar que la contaminación por partículas PM10 en el área no se puede atribuir de manera inequívoca a las emisiones de la planta de valorización de residuos de Las Lomas. Esto ha generado desconfianza en la comunidad, que siente que sus preocupaciones no están siendo abordadas adecuadamente.

LA CONTAMINACIÓN DE VALDEMINGÓMEZ

En cuanto a las emisiones de dioxinas y furanos, el CSIC reconoce que no existen valores límite ni objetivos claros para estos contaminantes, pero argumenta que las concentraciones medias en el Ensanche de Vallecas se encuentran en el rango inferior de las concentraciones. Sin embargo, la falta de normas claras y específicas en este caso también ha generado preocupación entre los vecinos, que temen por su salud y la de sus familias.

Incineradora
Incineradora de Valdemingómez

A principios de 2023, la Fundación Toxico Watch hizo público un análisis sobre el depósito de contaminantes orgánicos persistentes (COP) en biomarcadores como huevos de gallinas de corrales domésticos, agujas de pino y musgos, en el entorno de la incineradora de Valdemingómez. Este estudio, coordinado por Zero Waste Europe (ZWE), arrojó resultados alarmantes.

El análisis reveló que la mayoría de los huevos analizados superaba los límites legales de la Unión Europea para los bioensayos y análisis químicos regulados por la Comisión Europea. La vegetación circundante también mostró concentraciones elevadas de dioxinas, sustancias per- y polifluoroalquiladas (PFAS) e hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH).