Los cantones de limpieza están siendo un problema para la vida diaria de muchos vecinos de la capital. Sobre todo, el mega-cantón en el barrio de Montecarmelo y el resto de cantones de limpieza en La Elipa, que no dejan descansar a los vecinos.
La tensión se apodera de los vecinos de los barrios de Montecarmelo y La Elipa en Madrid, mientras el Ayuntamiento de la ciudad avanza con la reubicación de cantones de limpieza, generando críticas y preocupaciones entre la comunidad local. La polémica se centra en la falta de consulta ciudadana y en la proximidad de estos centros de limpieza a áreas sensibles, desatando una serie de protestas y demandas por parte de los residentes.
La plataforma ‘No al Cantón de Montecarmelo’ lleva levantando la voz semanas, contra lo que consideran una decisión unilateral del gobierno municipal. Según denuncian, el Ayuntamiento pretende emplazar uno de los cantones de limpieza en una parcela cercana al Colegio Alemán, la Escuela Infantil Sol Solito y el Cementerio Municipal de Fuencarral, sin haber tenido en cuenta la opinión de los vecinos. Este tipo de instalaciones suele servir como aparcamiento y vestuario para los barrenderos municipales, y en algunos casos, como depósito temporal de basura antes de su traslado al vertedero.
El cantón en cuestión forma parte del contrato de Limpieza de Espacios Públicos, adjudicado a finales de 2021 por cerca de 1.700 millones de euros
Muchos vecinos han asegurado que no es cuestión de que sea solo una instalación para guardar maquinaria, sino que se trata de un mega-cantón. Además, este mega-cantón de limpieza contará con una gasinera, que también contamina y trae problemas a los vecinos que viven al lado. Hay que tener en cuenta que las medidas de este mega-cantón que se pretende levantar es de 5.000 m² y una base SELUR de otros 5.000 m² que tendrán ubicaciones diferentes.
Las autoridades municipales, por su parte, defienden que este cantón de limpieza no puede provocarles molestias debido a que la base SELUR que se tiene pensado implantar irá en una zona alejada de las áreas sensibles.
MEGA-CANTÓN DE LIMPIEZA EN MONTECARMELO: 1.700 MILLONES DE EUROS
El cantón en cuestión forma parte del contrato de Limpieza de Espacios Públicos, adjudicado a finales de 2021 por cerca de 1.700 millones de euros. Además de contemplar las tareas tradicionales de barrido y baldeo, el contrato incluye la construcción de 16 nuevos cantones en distintas ubicaciones de Madrid. Inicialmente, el de Montecarmelo estaba planeado cerca del colegio Infanta Leonor, pero la decisión actual ha provocado una fuerte reacción entre los vecinos.

La falta de transparencia en la toma de decisiones ha encendido los ánimos en Montecarmelo. La plataforma de protesta argumenta que el gobierno municipal ha ignorado las preocupaciones legítimas de la comunidad al elegir la nueva ubicación del cantón. La proximidad a instituciones educativas y al Cementerio Municipal de Fuencarral ha generado inquietudes sobre posibles impactos en la salud y la calidad de vida de los residentes. La plataforma exige al Ayuntamiento que reconsidere esta decisión y busque alternativas que respeten las necesidades y preocupaciones de los vecinos.
EL CANTÓN DE LIMPIEZA EN LA ELIPA: A 20 METROS DE LOS VECINOS
Mientras tanto, en La Elipa, otra historia de descontento se desarrolla en torno al cantón de limpieza en la avenida Trece Rosas. La cercanía de este punto a las viviendas y al colegio Gustavo Adolfo Bécquer ha generado quejas constantes por parte de los vecinos. El Ayuntamiento ha tomado medidas para abordar estas preocupaciones, instalando pantallas acústicas y restringiendo el horario operativo de los vehículos de limpieza entre las 6:00 y las 21:00. Además, se ha redirigido la iluminación para minimizar las molestias durante la noche.
Hay que tener en cuenta que además del cantón de limpieza, en la Elipa cuentan con una sucursal de Valdemingómez a menos de 40 metros de viviendas y colegios, y según los vecinos, «todo por la incompetencia de Almeida».
A pesar de estas acciones, los residentes consideran que son insuficientes y temen que estas medidas sean simplemente paliativos temporales. Pilar Pardo, representante de los vecinos afectados por el cantón de La Elipa, expresó su descontento diciendo: «Tengo el cantón a 20 metros de mi ventana, he visto de todo: colchones, neveras, bolsas de basura, vidrios… El ruido es insoportable». Aunque el Consistorio asegura que la nueva actividad del cantón será provisional, la incertidumbre persiste entre los residentes, alimentando el temor de que estas intervenciones indiquen una instalación permanente.
LA ELIPA: MÁS RUIDOS, MÁS CONTAMINACIÓN
El Ayuntamiento de Madrid, en un intento de apaciguar las tensiones, ha explicado que estas medidas son parte de un proceso de adaptación y que están dispuestos a considerar otras ubicaciones para los cantones de limpieza. Sin embargo, la falta de participación ciudadana en la toma de decisiones y la percepción de que las medidas implementadas son insuficientes han exacerbado las tensiones en ambos barrios.

En este sentido, la reubicación de cantones de limpieza en Montecarmelo y La Elipa ha desencadenado un conflicto entre los residentes y el Ayuntamiento de Madrid. Mientras los vecinos exigen una mayor participación en las decisiones que afectan directamente su entorno, las autoridades buscan encontrar un equilibrio entre las necesidades de limpieza de la ciudad y el bienestar de la comunidad.
El desenlace de esta disputa sigue siendo incierto, pero lo que está claro es que la relación entre los vecinos y el gobierno local se encuentra en un momento crítico. La ciudad observa con atención cómo se desenvuelve esta situación, que plantea preguntas fundamentales sobre la participación ciudadana y la planificación urbana.



