El nuevo batacazo de Podemos en Madrid “hunde” también a Yolanda Díaz

El pasado 28 de mayo los ‘morados’ se quedaron a unas décimas de lograr representación en la Asamblea de Madrid y ahora cerrará su delegación madrileña. Además despedirá al menos la mitad de su plantilla por motivo de estos resultados para garantizar su viabilidad.

El partido político Podemos ha dado una noticia que ha generado un fuerte impacto en la escena política: la apertura de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que conlleva el cierre de nueve de sus delegaciones territoriales, incluida la de Madrid, y el despido de al menos la mitad de su plantilla. Esta drástica decisión se ha tomado como resultado de la pérdida de representación institucional en las elecciones autonómicas del 28 de mayo y en las elecciones generales del 23 de julio.

Concretamente, el cierre de la delegación territorial de Madrid se traducirá en la eliminación de cuatro puestos de trabajo. En las elecciones autonómicas del 28 de mayo, Podemos estuvo a un margen mínimo de obtener representación en la Asamblea de Madrid, donde había conseguido 10 escaños en los comicios del 4-M, con Pablo Iglesias como candidato.

A esta situación se suma el decepcionante desempeño en las elecciones generales del 23 de julio. Bajo la coalición Sumar, liderada por Yolanda Díaz, Podemos obtuvo un total de 31 escaños, representando el 12,31% de los votos. Sin embargo, de esos escaños, solo cinco pertenecen a Podemos, lo que refleja una disminución significativa en su presencia política.

CIERRE DE CENTROS DE TRABAJO Y EXTINCIÓN DE CONTRATOS EN PODEMOS

Como consecuencia de estos resultados electorales adversos, el partido ha tomado medidas contundentes. Anunció el cierre de centros de trabajo y la extinción de contratos en nueve comunidades autónomas: Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Cantabria, Galicia, Madrid y la Comunidad Valenciana. Además, habrá una reducción de personal en su sede central.

El ERE se justifica por “razones económicas, técnicas y organizativas”, y busca una reorganización profunda de la estructura del partido. En una comunicación emitida, Podemos afirma que esta reestructuración tiene el propósito de “asegurar la acción política de Podemos y garantizar la continuidad del avance de las políticas transformadoras”.

Los números son claros: el ERE afectará a un total de 45 trabajadores vinculados a los nueve centros territoriales que serán cerrados (cinco en Aragón, siete en Asturias, ocho en Baleares, seis en Canarias, cuatro en Castilla-La Mancha, uno en Cantabria, tres en Galicia, cuatro en Madrid y siete en la Comunidad Valenciana).

¿CUÁLES SERÍAN LOS SIGUIENTES PASOS DE PODEMOS?

Hay que tener en cuenta que de los 33 diputados que consiguieron Sumar estas últimas elecciones generales, solo 4 son de Podemos. Por mucho que quiera el equipo morado independencia, en esta situación no pueden optar a ella. Esto viene de que ya estipularon, entre Sumar y Podemos, un acuerdo en el que el equipo morado no formaría mesa de grupo parlamentario propio. Sin embargo, para Podemos este acuerdo significó “papel mojado”. En resumen, Podemos se encuentra en “solitario”, en apoyos, de momento, y puede que según las estrategias que sigan también económicamente.

Ante este panorama, surge la pregunta de cuáles podrían ser las posibles estrategias futuras de Podemos. En un contexto en el que su presencia institucional se ve disminuida, el partido deberá repensar su enfoque y replantear su mensaje. La reestructuración ocasionada por el ERE podría ser una oportunidad para llevar a cabo una introspección profunda, en la que se analicen cuestiones como su posición en el ámbito político y la conexión con los votantes.

Esta situación también plantea el desafío de revitalizar la base de apoyo de Podemos y adaptarse a un entorno político en constante cambio, que puede que haya sido la “última bala” que les jugó una mala pasada en estas últimas elecciones, tanto autonómicas como generales. Los próximos pasos que el partido tome serán cruciales para definir su futuro y su capacidad para reafirmarse como un actor significativo en la política española. Con un ERE que alterará la estructura y la composición de la plantilla, el camino a seguir se presenta lleno de desafíos, pero también de oportunidades para la renovación y la reinvención.