El cierre de la línea 1 “promete” meses de caos y aglomeraciones a pesar de las “alternativas”

Como ya comienza a ser tradición con la llegada del verano, el Metro de Madrid se prepara en este mes de junio para cerrar algunas de sus líneas del suburbano, con la intención de renovar y reforzar sus estructuras. Algo que está siendo especialmente polémico con el corte de la línea 1. Y es que, a pesar de que la Comunidad de Madrid ya ha especificado el plan alternativo de movilidad tras este anunciado corte, parece que los usuarios más frecuentes de esta línea se quedarán sumidos en el caos durante los próximos meses.

Se acercan las vacaciones de verano, y la región madrileña se prepara, no para la masiva salida de ciudadanos hacia las costas del país, sino también para las ya tradicionales obras veraniegas de la capital española. Unas obras que este año afectarán a la línea 1 del Metro de Madrid que, tal y como ha informado la Consejería de Transportes, estará cerrada hasta el próximo mes de octubre debido a los trabajos de “mejoras tecnológicas” que se van a llevar a cabo en la famosa línea del suburbano.

“La Comunidad de Madrid comienza el día 24 de junio las obras de modernización de la vía en la línea 1 del Metro, entre las estaciones de Sol y Valdecarros, cuyo servicio está previsto reabrir este próximo mes de octubre” señalan desde el equipo de David Pérez, aún consejero de Transportes del gobierno de Isabel Díaz Ayuso.

Un cierre ante el que Transportes, días después de conocerse la noticia, ha destacado ahora que se establecerán líneas alternativas para el transporte de viajeros durante los próximos meses, cubriendo así las necesidades de todos aquellos que habitualmente utilizan la línea 1. “Se habilitará un servicio sustitutivo de autobuses gratuito, operado por la Empresa Municipal de Transportes (EMT), que cubrirá la superficie del tramo afectado, de más de 22 kilómetros. Los viajeros dispondrán de información puntual sobre las alternativas de las que disponen […] y la frecuencia de paso será entre 2 y 4 minutos” aseguran desde la Comunidad de Madrid, buscando dar así tranquilidad a los usuarios.

EL “CAOS” LLEGARÁ A LAS ALTERNATIVAS DE LA LÍNEA 1

Sin embargo, las propuestas diseñadas por la Comunidad de Madrid parecen no convencer a todos los usuarios del suburbano madrileño. Y es que el caos parece ser lo más temido por las miles de personas que, día tras día, cogen la línea 1 para ir a la escuela o al trabajo. Un caos que parece que ya se ha producido con anterioridad, y que podría volver a dejar a los vecinos de muchas de las zonas sur sin comunicación alguna con el centro de la ciudad.

“Sobre la experiencia de 2016, creo que va a haber problemas” explica un usuario del suburbano a través de las redes sociales, comenzando por la falta, no sólo de diálogo entre afectados y la administración, sino también por la falta de alternativas a la Línea 1.

“Sólo se ha dispuesto un servicio especial gratuito. En la ocasión anterior, se dispuso una línea lanzadera que permitía otra vía de escape, que fue usada por más de 620.000 personas” compara el usuario de Twitter que, además, recuerda a los propios responsables de transportes que la línea C3 no es una vía alternativa, ya que se encuentra cortado “uno de los túneles entre Nuevos Ministerios y Chamartín”. Cortes y alternativas que, no sólo parecen no estar acordes con la realidad, sino que tampoco han sido informados correctamente a la ciudadanía afectada.

“Sin anticipación, ni planificación, ni información, ni comunicación, y sin recursos” lamenta el viajero en las redes. Una información que no sólo ha conseguido el apoyo de muchos afectados, sino también que ha sido “complementada” gracias a otros viajeros, que, decididos a ofrecer información sobre el servicio del transporte público este verano, han querido recordar que el cierre de la línea 1, y las vías alternativas, también podrá verse afectado por el corte del metro hasta Sol, que provoca que las líneas alternativas sólo lleguen hasta Atocha durante un verano en el que, nuevamente, las obras en carreteras y transporte público parece que serán fuente de polémicas.