El “regalo envenenado” del PSOE a Mercedes González con la Guardia Civil

Tras la decisión de María Gámez de dimitir como directora general de la Guardia Civil, pronto el cargo recaía sobre la actual delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González. Un cargo que la socialista no ha dudado en aceptar, asegurando que está preparada para afrontar “este nuevo reto” en la Benemérita. Un cargo que, sin embargo, parece tener una clara fecha de caducidad: las elecciones generales, que tendrán lugar en apenas unos meses.

Parece que pocos lo esperaban pero, este pasado miércoles, la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, presentaba su dimisión del cargo ante el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska. Una dimisión que se producía, no por las polémicas alrededor de la gestión de Gámez sino, tal y como ella explicaba ante los medios de comunicación, debido a la imputación de su marido, el abogado Juan Carlos Martínez, en una causa judicial relacionada con la dirección de inversiones estratégicas en la agencia andaluza IDEA.

“Tomo esta decisión por principios, por honestidad y por responsabilidad” destacaba la ya ex directora de la Benemérita, que aseguraba que era la única decisión responsable para lograr dos objetivos irrenunciables “proteger a mi familia y proteger a la Guardia Civil”. Una dimisión fulminante que no sólo era lamentada por Marlaska, que agradecía el papel de María Gámez, sino que también pronto se convertía en una nueva oportunidad laboral para Mercedes González, la actual delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid, quien no dudaba en asegurar, tras ser nombrada la “sustituta” de Gámez, que esta oportunidad se le presentaba como un momento “agridulce”.

“María Gámez ha dado un ejemplo de absoluta pulcritud” ha destacado Mercedes González sobre su predecesora, destacando que la salida de Gámez de la Guardia Civil es “completamente injusta”. Palabras en las que la aún delegada del Gobierno no ha dudado en señalar que su nombramiento es todo un “honor”. “La verdad es que no sé por qué la vida me coloca siempre ante retos en instituciones o en circunstancias complicadas, pero para mí es un honor, de verdad que es un honor, estar dentro de poco al frente de la Guardia Civil” ha asegurado Mercedes González.

UN “PREMIO DE CONSOLACIÓN” CON FECHA DE CADUCIDAD PARA MERCEDES GONZÁLEZ

Ilusión de Mercedes González a la hora de afrontar este nuevo reto, ahora dirigiendo la Benemérita, que bien podría ser considerado un “premio de consolación” por parte del PSOE de cara a la aún delegada del Gobierno. Y es que Mercedes González no parecía estar destinada, al menos en un primer momento, a salir de la capital española a nivel político.

Así pues, muchos eran los que consideraban que la delegada del Gobierno se convertiría, de cara a los próximos comicios del 28 de mayo, en la candidata del PSOE al Ayuntamiento de Madrid. Tanto es así, que Ferraz parecía apoyar la elección de González para enfrentarse en las urnas a Martínez-Almeida, en unas primarias en las que la delegada del Gobierno se habría “enfrentado” a Mar Espinar, otro nombre que sonaba con fuerza para liderar la lista municipal madrileña.

Un cargo que, finalmente, acababa siendo para Reyes Maroto, que abandona así el Ejecutivo nacional, ante el claro enfado del PSOE madrileño. Una decisión que, especialmente, afectaba al futuro de Mercedes González, aparentemente “defenestrada” por Maroto y la decisión de Ferraz. Una situación que ahora parece haberse solventado, teniendo González su “premio de consolación” en la dirección de la Guardia Civil.

Nombramiento que, sin embargo, volverá a ser una situación “agridulce” para la aún delegada del Gobierno en Madrid. Y es que el cargo al que se enfrenta ahora Mercedes González parece tener un pequeño “detalle” que podría dejar de nuevo a González contra las cuerdas: y es que el bonito cargo de responsabilidad que supone estar al frente de la Benemérita apenas le durará unos meses a Mercedes González. En concreto, hasta las próximas elecciones generales.

Y es que el cargo de dirección de la Guardia Civil es un puesto dentro de la administración del Estado nombrado por el Rey, pero a propuesta de los ministros de Interior y Defensa, apoyados por el Consejo de Ministros. Un proceso de llegada al alto cargo administrativo que podría hacer que, tras las elecciones generales, Mercedes González tenga que volver a hacer las “maletas profesionales” hacia un nuevo futuro incierto dentro del PSOE.