Villacís pierde al penúltimo concejal que la apoyaba

Con su declaración de apoyo a Edmundo Bal, Santiago Saura ejemplifica el aislamiento a que sus concejales están sometiendo a Begoña Villacís, vicealcaldesa de Madrid. Saura, uno de los pocos concejales fieles que quedaban a Villacís, ha consumado su traición a la vicealcaldesa de Madrid, solo 24 horas después de que fuera confirmado en el cargo de tesorero del Grupo Municipal de Ciudadanos. Las horas que han transcurrido desde su ratificación en el Pleno hasta que ha hecho público su apoyo a Edmundo Bal en la lucha intestina de Ciudadanos, justo la opción que no apoya Villacís.

La situación de Begoña Villacís es angustiosa. Ella es seguramente, no ya el principal, sino el único activo del partido, pero está rodeada de concejales que no solamente no la secundan, sino que la traicionan abiertamente. En el fondo, como contexto, la oferta del PP para pasarse a sus filas.

Mientras su nuevo tesorero, Santiago Saura, anunciaba que se presentaba “en la candidatura de Edmundo Bal para relanzar a Ciudadanos como partido liberal progresista”, Villacís declaraba a la misma hora que discrepaba de Bal y “del giro que propone hacia Pedro Sánchez”. La sensación en las filas de Ciudadanos en el Ayuntamiento pasaba del más profundo desánimo a la confirmación de una catástrofe anunciada.

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Tweet de Santiago Saura anunciando su apoyo a Edmundo Bal.

Santiago Saura es el concejal presidente del distrito de Retiro, pero también el apoyo de Begoña Villacís para asuntos medioambientales y delegado para Internacionalización y Cooperación. Con una sólida formación científica (es doctor ingeniero de Montes), catedrático, está detrás de uno de los grandes proyectos de la vicealcaldesa, el Bosque Metropolitano. Saura fue promovido al cargo de Tesorero del Grupo después de otra crisis interna, que acabó con la concejala Sofía Miranda dimitiendo de su cargo de portavoz adjunta, al igual que Ángel Niño del de tesorero del Grupo Municipal hace solo unas semanas.

Las dimisiones se ventilaron en una reunión interna en la que la vicealcaldesa pudo palpar un ambiente contrario y, en algunos casos de abierta rebeldía. MONCLOA.COM informó entonces de que al menos tres concejales de Ciudadanos habían pedido paso a las filas del PP.

“NO TIENE TRES CONCEJALES QUE LA SIGAN”

El Grupo Municipal de Ciudadanos cuenta con 11 concejales, ni mucho menos todos elegidos directamente por Villacís. Uno de ellos afirma a MONCLOA.COM que “Begoña no cuenta en realidad ni con tres concejales que la sigan”. Las desavenencias personales y las desafecciones, en el contexto de un partido casi en liquidación, han sido una constante in crescendo en el último año.

Fuentes internas de la formación explican que Begoña Villacís solo puede contar con la lealtad cerrada de Mariano Fuentes, concejal delegado de Desarrollo Urbano. En algún momento se pensó en Fuentes como reemplazo de Villacís si la vicealcaldesa tenía mayores responsabilidades en el partido. Hay concejales que, aunque no están a gusto ni cómodos, se han puesto de perfil en medio de esta situación de crisis, si bien no están dispuestos a asumir más responsabilidades orgánicas.

Begoña Villacís se encuentra inmersa en importantes responsabilidades de partido. En medio de la orfandad generalizada, Inés Arrimadas y ella suponen la referencia al gran partido que ideó y desarrolló Albert Rivera, hasta su descalabro electoral y dimisión en diciembre de 2019.

Ahora, en plena refundación, tras salir despedidos de todos los parlamentos autonómicos en los que ha habido consultas (salvo el heroico escaño de Francisco Igea en Castilla y León), los adeptos que quedan se ven ante dos listas que son dos tendencias. Edmundo Bal, que se hizo fuerte en el Congreso aprovechando las bajas por maternidad de Arrimadas, frente a la línea continuista de Arrimadas y Villacís. Bal apuesta por postulados socialdemócratas y un cierto plegamiento a las posiciones del PSOE (quiere apoyar la ley Trans de Irene Montero, por ejemplo), algo que repele y que tanto Villacís como Arrimadas consideran ajeno al espíritu fundacional de Ciudadanos y, sobre todo, al de los votantes que los eligieron.

Un triunfo de la lista de Bal -en la que se ha alineado Francsico Igea- supondría el empujón definitivo de Begoña Villacís fuera de la órbita de Ciudadanos. La vicealcaldesa se enfrenta a una decisión muy complicada, si decide presentarse a la alcaldía de Madrid encabezando una lista bajo las siglas de Ciudadanos. Miguel Ángel Tellado, en el órgano directo de decisión de Alberto Núñez-Feijóo, está convencido de que sería un buen fichaje para el PP. Sin embargo, el alcalde Almeida no se ha mostrado entusiasmado por subirla en su barco, argumentando que ha sido la propia Begoña Villacís quien ha repetido que “nunca” iría en una lista con Almeida.

La disyuntiva no es poca cosa. Un eventual -poco probable- fracaso de Villacís haría que las opciones de centro derecha perdieran un jugoso porvcentaje de votos, como le ocurrió a la izquierda con la candidatura fallida de Iu y Sánchez Mato en el 19. Pero, en cambio, los concejales que probablemente obtuviera Villacís en las municipales del 28 de mayo van a ser decisivos en una elección que se presenta muy ajustada pese al clara ganador, Almeida. Las encuestas –todas menos la que encargó el Grupo Municipal Popular– le dan entre tres y cuatro escaños. “En estas cifras el resultado es claro: Begoña Villacís, alcaldesa de Madrid”, asegura una fuente del actual staff nacional de Génova.