Lobato se suma al equipo de García-Page y da un tirón de orejas a Sánchez por el delito de malversación

El líder del PSOE en la Comunidad de Madrid, Juan Lobato, se ha opuesto rotundamente a reformar el delito de malversación. Constituye así la tercera crítica, tras las de Emiliano García Page y Guillermo Fernández Vara, a la reforma propuesta por ERC.

El Gobierno central coquetea con reformar el delito de malversación. Los primeros en negarse fueron el presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Pague, y el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. El tercero que se suma a este debate es el líder del PSOE en la Comunidad de Madrid, Juan Lobato.

“La verdad que no lo veo; con el dinero público, cero bromas”, así ha expresado el socialista que se niega rotundamente a la propuesta que estas semanas eleva ERC sobre la mesa. El secretario general del PSOE-M no está de acuerdo con que Moncloa se abra a reformar el delito de malversación al igual que se hizo con el delito de sedición con los nacionalistas catalanes.

De esta forma, Lobato se une a García-Page y a Vara para continuar con el turno de críticas en el PSOE a la estrategia de Pedro Sánchez con los republicanos. Todos ellos no entienden como el presidente nacional pretende que no se persiga la corrupción en España y por ende, se aliente a los delitos de malversación en el seno de los partidos políticos.

EL OBJETIVO: ALENTAR LA MALVERSACIÓN

Juan Lobato se ha visto obligado a arremeter contra la reforma del delito de malversación tras ver que ERC solo se preocupa de sus propios intereses. Además, el líder del PSOE-M teme que la propuesta de ERC pueda dar lugar a un aluvión de peticiones para que se revisen condenas de casos de corrupción como Gürtel, Nóos o los ERE de Andalucía. En esta línea, se podría producir la rebaja de penas en casos que estén aún pendientes de juicio, como las operaciones Púnica o Kitchen.

Este último beneficio también llegaría a los líderes del desafío independentista del 1 de octubre como a más de una veintena de cargos intermedios de la Generalitat, claves para llevar a cabo el referéndum. Prácticamente, la reforma del delito de malversación significaría dar rienda suelta a que cualquiera se apropie de dinero o bienes públicos. Por esta razón, Lobato quiere evitar a toda costa que en Madrid se puedan dar alguna de estas peticiones y se produzca el caos en la cuenta atrás para mayo de 2023.

LAS VERDADERAS INTENCIONES DEL PSOE

Emiliano García Page ha sido el primero en abrir el turno de críticas a la reforma de malversación propuesta pro ERC. Para el presidente de Castilla-La Mancha, “yo tendría muy difícil llegar a un acuerdo de ese tipo con los independentistas (…). No pierdo nunca de vista los intereses que tiene ERC. Son sólo los suyos y que además son los contrarios de España”.

Su opinión coincide con la advertencia del presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que ha asegurado en esta línea que “el hecho de que se hiciera algo que dificultara que se pueda perseguir la corrupción en España sería difícilmente entendible”. En efecto sería complicado de comprender que se perdonase el apropiarse de bienes y dinero público.

Sin embargo, las verdaderas intenciones del PSOE con la reforma de malversación pueden ir por otra vía distinta. Entre los casos que se pueden revisar con la propuesta de ERC, estaría el del ex presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, condenado por delito de malversación en el caso de los ERE. En este caso, una parte del Gobierno de coalición y del PSOE está dispuesto a indultarlo. En esta línea, el ex dirigente socialista ha solicitado en su recurso ante la Justicia de Andalucía una prórroga de tres meses para evitar entrar en estos momentos a prisión.

La idea de Griñán coincide con las intenciones del PSOE. Tres meses se corresponde con el tiempo aproximado que podía tardar en resolverse su petición de indulto. También el incidente de nulidad planteado ante el Tribunal Supremo. La posibilidad de que estos hechos puedan ocurrir provoca que Juan Lobato se niegue completamente a unirse a las intenciones de Pedro Sánchez. Es por eso que ahora se une a García-Page y a Vara para dar un toque de atención al presidente nacional.