Los patinetes eléctricos invaden las aceras de la capital sin miramiento hacia los peatones

Los patinetes eléctricos se han convertido en una de las modalidades más escogida a la hora de desplazarse por la ciudad gracias a la agilidad y comodidad que proporcionan. Con tan solo unos sencillos pasos cualquier ciudadano puede hacer uso de este medio para moverse por la capital, alquilándolo de manera temporal.

No obstante, el problema llega a la hora de finalizar el trayecto deseado. Muchos usuarios acaban dejando el patinete eléctrico en mitad de las aceras sin importarles el hecho de que invadan el espacio de los peatones. Es cierto que la mayoría de empresas que ofrecen estos servicios llevan a cabo un seguimiento y una penalización para aquellos arrendatarios que no se preocupan de dejar el patín en un lugar adecuado, sin embargo, el problema sigue latente en el corazón de la ciudad.

Caminar por Madrid y tener que ir sorteando las filas “infinitas” de patinetes eléctricos para no tener un accidente es una realidad cada vez más frecuente que sufren los peatones a diario. En la calles de la capital madrileña hay aproximadamente 5.000 patinetes eléctricos de alquiler que ofrecen sus servicios a un precio medio de 0,15 euros el minuto.

LOS “CONFLICTIVOS” APARCAMIENTOS PERMITIDOS

Sumado al aspecto de que muchos de los usuarios no se responsabilizan de manera adecuada del patinete que han alquilado, se halla el asunto de las empresas al escoger las ubicaciones donde sí está permitido su aparcamiento. La Calle Gran Vía, el Paseo de Recoletos, el Palacio Real, el Parque del Retiro… todos estos emplazamientos céntricos de la ciudad se han convertido en el “parking” de los populares patinetes eléctricos.

Pasear por el centro de Madrid es considerado para muchos una completa odisea. Y es que, muchos de estos vehículos aparecen tirados por las aceras sin nadie que se responsabilice de ellos. Ante este dilema que ha causado un gran revuelo entre los ciudadanos de la capital, empresas del sector de los patinetes eléctricos como Bird alegan que sus patinetes tienen una pegatina en su zona inferior en la que se puede leer: Por favor, ayúdame a levantarme”.

Pero parece que esta sugerencia no es suficiente y no apela a la buena fe de los ciudadanos, por lo que los patinetes eléctricos siguen invadiendo la capital sin miramiento alguno. Además, estos vehículos han llegado a generar más de 500 accidentes a lo largo de un año, por lo que su uso pone en peligro tanto a peatones como a los propios usuarios.

LA LLEGADA DE LOS PATINETES ELÉCTRICOS A LA CAPITAL

El patinete eléctrico llegó a Madrid en 2018 bajo un caos legal que aprovecharon las empresas para instalar la “plaga” de este tipo de transporte. Sin ningún control por parte de las compañías y las autoridades los patinetes circularon por la ciudad, hasta que se aprobó por primera vez la Ordenanza de Movilidad Sostenible que regulaba el uso de estos vehículos.

“El patinete eléctrico llegó a madrid en 2018 bajo un caos legal que aprovecharon las empresas para instalar la “plaga” de este tipo de transportes”

Desde ese momento, las quejas de los ciudadanos que caminan por la capital y que se enfrentan cada día a estos obstáculos propios de un circuito no han parado. Por su parte, empresas de micro movilidad como Bird explican a Qué!Madrid que sus patinetes “están aparcados en zonas permitidas”, aunque las imágenes subidas por usuarios de Twitter muestran un cierto desorden, invadiendo gran parte de las aceras, para el cual piden que se ponga solución lo antes posible.

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Una moda que ha arraigado fuertemente en Madrid y que parece el futuro de la movilidad en las calles de la ciudad. Las empresas que gestionan el uso de estos vehículos tienen la obligación de tener una geolocalización y un seguro para los usuarios con una cobertura mínima de un millón de euros. Además, dichos vehículos no deben bloquear las aceras, aunque ésta parece una medida poco respetada en la capital.