Mar Espinar cree que lo está haciendo muy bien, pero no

Mar Espinar sigue siendo el centro de la polémica en Madrid, donde sus declaraciones siguen sin hacer mella. Ni en los sondeos, ni dentro de su partido, donde cada vez son más las voces que dudan de su posible “ascenso” en el partido socialista. Estancamiento en el que la “obsesión” de su equipo de asesores por las basuras le hace un flaco favor.

“Militante del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) desde el año 1999”. Así comienza la descripción de Mar Espinar como actual portavoz del grupo municipal socialista en Madrid. Palabras con las que la portavoz demuestra claramente su apoyo y fidelidad al partido.

Una entrega absoluta que, sin embargo, no está siendo suficiente para que Mar Espinar pueda ser considerada candidata por el partido en las próximas elecciones municipales en Madrid. Y es que las últimas acciones de la portavoz, guiada en todo momento por su equipo más cercano de asesores, no convence a Ferraz. Tampoco dentro del partido socialista de Madrid, que sigue calibrando posibles candidatos de cara a los próximos comicios.

LA “OBSESIÓN” DE MAR ESPINAR POR LA BASURA DE MADRID

Acciones de Mar Espinar en el Consistorio madrileño que no han dejado indiferente a nadie. Y es que pocos han olvidad, a día de hoy, el uso de “gadgets” de la portavoz a la hora de cargar contra la gestión de José Luis Martínez-Almeida. Y en especial, el uso de una “bolsa de basura”, en pleno Ayuntamiento de Madrid, para criticar al edil popular.

Una “obsesión” por la basura de los madrileños que no le salió bien entonces, cuando su bolsa de basura en el Consistorio sembró la polémica. Una polémica que, sin embargo, recayó sobre su persona, y no sobre el alcalde de Madrid al que intentaba criticar con ese simbólico gesto.

Sin embargo, parece que el equipo de Mar Espinar no se rinde con el tema de las basuras. Así pues, la portavoz socialista ha vuelto a sacar a relucir el tema de la suciedad de la ciudad, volviendo a utilizar la basura como un arma arrojadiza contra Almeida.

“La gente quiere un gestor, no quiere un trilero que esconda la bolita de la responsabilidad mientras los contenedores se desbordan” destacaba Mar Espinar este miércoles. Palabras enmarcadas en un discurso dentro del Pleno del Estado de la Ciudad que, sin embargo, han sido un arma de doble filo.

EL PSOE NO ESTÁ CONVENCIDO CON SU PORTAVOZ

Y es que Mar Espinar no ha dudado en aprovechar su momento en el Pleno para intentar “hundir” a José Luis Martínez-Almeida. Un discurso en el que no ha dudado en utilizar palabras sangrientas contra el edil popular.

“El alcalde de las frivolidades, el alcalde del odio, del insulto fácil, y del señalamiento al más débil” ha criticado Mar Espinar. Palabras en las que ha llegado a catalogar a Almeida como “una mala copia de un Boris Johnson a la española”.

Críticas a Almeida que Mar Espinar ha elevado poco a poco, terminando cargar duramente contra toda la cúpula del partido. “Lo que importa es lo que piensan en Génova. no hace carriles bici, no se vayan a enfadar en Génova. No plantea una nueva estrategia urbana, no se vayan a enfadar en Génova. No mejora la movilidad, ni combate el cambio climático, no se vaya a enfadar el primo de Rajoy, o algún ‘Chiquilicuatre’ de Génova” ha criticado la portavoz socialista.

Palabras que, sin embargo, podrían volverse en contra de Mar Espinar. Y es que, al igual que el caso de las basuras, algunas de las declaraciones de la portavoz socialista no llegan a convencer en Ferraz. Tampoco en la dirección del partido en Madrid.

Falta de confianza, no sólo hacia la portavoz, sino principalmente hacia su equipo de asesores, que siguen “obsesionados” con una Mar Espinar “de la basura de Madrid”, que podría pasarle factura a la socialista de cara a las elecciones municipales de 2023.

Y es que, ante estas polémicas declaraciones públicas, los socialistas se alejan cada vez más de la candidatura de Mar Espinar. Y por tanto, del principal objetivo de la socialista, que se ve en un segundo plano dentro del Ayuntamiento de Madrid. Una posición que demostraría que, a pesar de su voluntad política, su estrategia de los últimos meses no está siendo la que podría haberla aupado a la candidatura por Madrid.