Las cosas han cambiado mucho en las últimas décadas y una de ellas, es que ahora podemos disfrutar de helados todo el año porque las heladerías invaden la ciudad. Antes, cerraban a finales de otoño y abrían en primavera porque este dulce y cremoso manjar solo lo comíamos cuando hacía buen tiempo o las temperaturas eran más agradables —incluso desaparecían de los lineales de los supermercados—, al menos en gran parte de España. Ahora, cada día hay más sitios donde comer un rico helado sea cual sea la estación en la que estés.
Un helado siempre apetece, y más en verano a cualquier hora. Todo el mundo siente una pasión desbordante y casi irresistible por este producto. En estos lugares están los mejores helados de chocolate, vainilla y otros clásicos, o nuevos sabores y experiencias gastro. Todo depende del antojo del día, estés donde estés, para que sepas dónde ir a por una tarrina o un cucurucho con las bolas que te apetezca.
