La nueva línea del Metro de Madrid se convierte en la peor pesadilla de los maquinistas del suburbano

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunció hace una semana que por primera vez en la región habrá una línea de Metro que funcionará de forma automática y sin conductor. Un avance propio del ‘futuro’ que tiene sus ventajas y sus desventajas. Sin embargo, la dirigente de los madrileños ve en este nuevo convenio bilateral con el presidente de Distrito Castellana Norte una forma de “garantizar la libertad de movimiento y acortar las distancias dentro de la región”.

Esta nueva línea del Metro de Madrid se situará en el distrito Madrid Nuevo Norte y se pondrá en marcha en el próximo año 2029. La misma, partirá desde la estación de Chamberí teniendo parada en tres nuevas estaciones: Centro de Negocios, Fuencarral Sur y Fuencarral norte. Además, tendrá una capacidad de 40.000 pasajeros diarios y un coste aproximado de 290 millones de euros, de los cuales 141 millones serán aportados por Distrito Castellana Norte.

La automatización de la línea permitirá que los trenes se programen y sean a su vez vigilados desde un centro de control. Los metros automáticos solucionarán uno de los grandes problemas dados en las horas puntas: la conglomeración de viajeros, reduciendo las posibles incidencias. Por otra parte, se construirá en Madrid Nuevo Norte un nuevo transporte con preferencia semafórica, el Bus de uso Prioritario (BuP).

Es cierto que estos nuevos metros supondrán una reducción de los costes totales gracias al ahorro en el consumo energético respecto a las líneas convencionales, sin embargo, abre de nuevo el debate sobre si la automatización acabará con los empleos tradicionales. “Si no hay maquinista dentro, tiene que haber un persona responsable del tren porque lo que no se puede es dejar un tren circulando en automático sin ningún responsable dentro”, afirma Juan Ortiz, secretario general de SCMM. En varios países asiáticos, como Singapur o Kuala Lumpur, los metros automatizados son líderes en el sector del transporte.

LA REVOLUCIÓN DEL TRABAJO

En Europa también podemos encontrar casos de países que cuentan con este nuevo avance en el que se prescinde de los maquinistas. Así mismo ocurre en Francia, Roma o Copenhague. Por su parte, España también cuenta con ciudades en las que los metros circulan sin conductor, como es el caso de Barcelona donde el 25% de su red funciona de forma autónoma.

“los maquinistas defendemos que tiene que haber algún profesional dentro del tren”

La revolución del trabajo en España hace correr cada vez más peligro a la mitad de los empleos del país. El miedo de que los robots y la Inteligencia Artificial acaben realizando las funciones que durante años han desempeñado las personas cada vez es mayor entre la población. “Los maquinistas defendemos que tiene que haber algún profesional dentro del tren”, indica el secretario general de SCMM.

La transformación de las tecnologías en poco tiempo asusta hasta al más valiente. Por ende, no hay nadie que se atreva a negar la evidencia: la mayoría de los sectores económicos se dirigen hacia la automatización y Metro de Madrid no iba a ser menos. Estos servicios en Madrid Nuevo Norte harán que el 95% de las parcelas residenciales y de oficinas de la zona estén localizadas a menos de 10 minutos andando de las estaciones del suburbano.

Pero lógicamente, esta reconversión de los servicios del subterráneo madrileño tendrá consecuencias para los maquinistas que ven peligrar sus puestos de trabajo. “Siempre vamos a querer que vaya un maquinista dentro porque eso transmite mayor seguridad a los pasajeros”, añade Juan Ortiz. Por el momento, tendremos que esperar tres años hasta que empiecen las obras para ponerlo en marcha y seguirá, en parte, los avances del tren automático instalado en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas de la T-4 para conectar a los viajeros con la terminal satélite.