El pueblo de Madrid que es la viva representación de la arquitectura negra

Patones de Arriba es uno de los pueblos con más encanto de la Comunidad de Madrid. Situado en el nordeste este pequeño pueblo es un lugar idílico que se caracteriza por la arquitectura negra. La pizarra negra es la protagonista del pueblo, un material empleado en la antigüedad, especialmente en creación en el siglo XVI. Este pueblo goza de diferentes laderas de la montaña, donde todavía se pueden observar aspectos de la antigüedad como establos para criar cerdos, los cobertizos del ganado, sus eras y arrenes.

De esta forma Patones de Arriba es un pueblo único de tradición ganadera que te atrapa por su encanto y por sus casas de pizarra de tonos grises, violetas o azulados aportando un encanto al municipio de calles empedradas. Esto ha supuesto que se este pueblo se haya convertido en uno de los municipios más visitados por los amantes del turismo rural. 

A continuación te mostramos otros cinco pueblos que podrás visitar en Madrid y que te harán sumergirte en el encanto oculto que poseen.

NUEVO BAZTÁN

El pueblo de Madrid que es la viva representación de la arquitectura negra Plaza Mercado Nuevo Baztan 1

Nuevo Baztán es una de las principales villas de Madrid y está considerado como uno de los pueblos más bonitos de España. Posee un gran patrimonio barroco y dispone de una organizada distribución urbanística que ha sido declarada Bien de Interés Cultural.

Entre los puntos más destacados para ver destacan el Palacio de Goyeneche, el cual fue la residencia oficial del fundador de Nuevo Baztán. Es el otro gran monumento de interés es la Iglesia de San Francisco Javier, que destaca por su portada barroca encabezada por dos torres campanario las cuales están rematadas por pizarra de estilo herreriano. Su plaza más importante es la Plaza de la Iglesia junto a la Plaza del Mercado, donde antiguamente se celebraba un mercado bajo porches de madera.

La naturaleza también forma parte de los atractivos turísticos de Nuevo Baztán, especialmente la Senda de Valmores, un recorrido circular que permite conocer el ecosistema de ribera, además de restos de antiguas construcciones como hornos, fábricas, ermitas o paredones del pueblo.