Comer es, para muchos, uno de los grandes placeres de la vida. Un placer que, según el país de destino, cambia de forma casi radical. Sin embargo, ahora una nueva propuesta nace en Madrid. Una propuesta que busca resaltar la fusión de los platos italianos con ingredientes españoles de por medio. Aquí os dejamos cuatro restaurantes en los que puedes disfrutar de esta fusión inigualable.
1CALUANA, UN RESTAURANTE QUE ESTÁ DENTRO DE UNA IGLESIA
Su carta está llena de sorpresas como las croquetas de tortilla de patata, aunque uno de los misterios de Madrid es la certeza de que no conocemos toda la ciudad: cada fachada esconde un encanto, un secreto o un hecho histórico. Anteriormente fue una iglesia, hoy es un restaurante cuyo sótano conecta con algunos túneles de la Guerra Civil.
A priori eso es Caluana, tiene una división simbólica de los espacios. Abajo está el Olivar –zona de coctelería–, arriba está el Invernadero –la no-terraza– y en el centro está la capilla –la zona más insólita en comparación con casi cualquier otro restaurante del mundo.
La parte de abajo merece un reconocimiento por una circunstancia concreta: una puerta tapiada da lugar a los corredores del Madrid subterráneo, tras esa puerta, hay túneles que sirvieron como sistema de metro a pie para desplazarse por la ciudad durante la Guerra Civil.
La visita a Caluana es experiencial, pero sobre todo gastronómica. Es decir, no es solo la constancia de estar bajo bóvedas del siglo XVI haciendo algo que no se suele hacer bajo estas, sino también degustando una carta que se define como italocastiza.
Los platos unifican ambas gastronomías (española e italiana) y lo hacen en raciones pequeñas pero contundentes. ¿Un ejemplo? La lasaña de rabo de toro. A Caluana le va bien porque tiene un concepto raro, llamativo y fotogénico, pero no hay que desmerecer su apuesta gastronómica ni la calidad del producto (la fusión se produce usando productos españoles para hacer platos italianos).