El Hospital Rey Juan Carlos suma la inserción de hidrogel en el tratamiento radioterápico del cáncer de próstata

El Hospital Universitario Rey Juan Carlos, en Móstoles, ha incorporado a la oferta asistencial de su Servicio de Oncología Radioterápica la técnica de inserción de hidrogel para mejorar la precisión y eficacia del tratamiento como la calidad de vida de los pacientes afectados por cáncer de próstata.

En concreto, se trata de una técnica que consiste en la inserción de hidrogel entre la próstata y el recto que permite separar ambos órganos y reducir los posibles efectos secundarios de la administración de radioterapia en cáncer de próstata, tanto a nivel rectal como urinario y sexual.

El centro mostoleño incluye desde otoño esta técnica en su cartera de servicios. “En el Hospital Universitario Rey Juan Carlos llevamos ofreciendo esta técnica desde finales de octubre y hemos realizado ya cinco procedimientos, obteniendo buenos resultados y elevada satisfacción en los pacientes, sin registrar efectos secundarios”, ha destacado la doctora Pilar Samper Ots, jefa del Servicio de Oncología Radioterápica del centro

En este sentido, la doctora ha recalcado que con la aplicación de esta técnica el centro hospitalario “se incorpora a la vanguardia del tratamiento del cáncer de próstata con este tipo de terapias”, especialmente de los casos con recidiva que requieren una reirradiación y en aquellos localizados de riesgo bajo e intermedio en los que está indicada la técnica de irradiación de alta precisión SBRT (Radiocirugía estereotáctica).

Concretamente, el procedimiento consiste en la colocación, previa a la administración de la radioterapia al paciente, y guiada por ecografía transrectal –a través de la inserción transperineal de un catéter que se sitúa en el espacio entre el recto y la próstata– de un hidrogel reabsorbible que crea un espacio de aproximadamente 1 centímetros para separar ambos órganos.

Una mayor distancia entre ellos que permite reducir hasta en un 75% la cantidad de radiación aplicada a la próstata susceptible de incidir en el recto, y disminuir hasta en un 70% las posibilidades de generar efectos secundarios o complicaciones sobre el mismo.

Esta barrera física entre ambos órganos permite administrar en la próstata una dosis más alta de tratamiento radioterápico con capacidad de destruir células cancerígenas, protegiendo y evitando daño al tejido sano circundante.

Así, tal y como explica la jefa del Servicio de Oncología Radioterápica del hospital, con la aplicación de esta técnica en los casos de cáncer de próstata de riesgo bajo e intermedio los esquemas de tratamiento pueden reducirse de las habituales 20-28 sesiones que dura el tratamiento completo a solo cinco sesiones, aumentando la dosis por sesión con el fin de administrar una cantidad efectiva equivalente para conseguir la curación, y minimizando además las visitas al hospital.

El hidrogel está compuesto en un 90 por ciento de agua, y en un 10 por ciento de un polímero llamado polietilenglicol, que es lo que permite que el producto adquiera consistencia de gel una vez introducido en el paciente.

La administración del producto se realiza con anestesia intradural, local o regional y sedación, es una técnica sencilla y rápida, y en un único procedimiento una o dos semanas antes del inicio del tratamiento radioterápico. Tras este procedimiento el paciente puede hacer vida normal.

El producto se mantiene en el organismo, procurando la separación entre próstata y recto, unos tres meses, al término de los cuales comienza el proceso de hidrolización vía renal, eliminándose por completo del cuerpo al cabo de seis meses, una vez se ha completado el tratamiento con radioterapia, que en algunos casos de este tipo de neoplasia es la única alternativa terapéutica para combatirlo.