El Ángel Caído: una escultura en honor al diablo en pleno Retiro

Entre las muchas estatuas que tiene Madrid destaca una situada en el Retiro. Se trata de una figura que se encuentra en la cúspide de la fuente que representa al Ángel Caído, un monumento en honor al diablo. La escultura es obra de Ricardo Bellver quien la esculpió en el año 1878.

El conjunto escultórico que forma la fuente donde se encuentra la representación del diablo tiene unas dimensiones aproximadas de 10 metros de largo, 10 de ancho y 7 de alto. Por su parte, la escultura de Bellver mide más de dos metros de altura y no deja indiferente a nadie tras su paso.

En cada uno de los ochos lados que forman la fuente podemos observar carátulas de bronce que representan a diablos que sujetan con sus manos lagartos, sierpes y delfines. El Ángel Caído se muestra con las alas abiertas apoyándose sobre unas rocas mientras una serpiente enrosca su cuerpo.

Bellver quiso mostrar a través de su obra maestra los conocimientos adquiridos sobre la influencia helenística, barroca y romántica. Esto se puede observar de manera clara, puesto que el diablo refleja en su rostro una escena similar a la de la escultura de Lacoonte y sus hijos, del escultor Agesandro de Rodas.

PARÍS, LA CUNA DEL ÁNGEL CAÍDO

París fue la cuna de esta obra escultórica, aunque Bellvert era partidario de realizarla en los talleres de Roma. Posteriormente, la escultura fue adquirida por el Ayuntamiento de Madrid para situarla en el lugar que ocupaba la antigua Fábrica de Porcelanas de la China.

Gracias a la estatua del Ángel Caído, Ricardo Bellver obtuvo la Medalla de Primera Clase en la Exposición Nacional de Bellas Artes, celebrada en Madrid en el año 1878. Durante dos años la escultura perteneció al Museo Nacional, hasta que Benito Soriano Murillo propuso a la Dirección General de Instrucción Pública exponer la obra al aire libre.

Y así ocurrió, se decidió que el Parque del Retiro fuese el lugar en el cual mostrar al público la figura. Para ello, se pidió al arquitecto Francisco Jareño que diseñara un conjunto escultórico de granito, bronce y piedra en el que situar al Ángel Caído. La reacción de rechazo del pueblo madrileño al ver al diablo representado en el parque más famosa de la capital fue ignorada por duque de Fernán Núñez, quien apostó de igual modo por el proyecto de la fuente.

Curiosamente, la altitud topográfica oficial a la que está situada La Glorieta del Ángel Caído es de 666 metros sobre el nivel del mar en Alicante. Aunque algunas personas consideran que se hizo aposta, se trata una mera coincidencia puesto que en el momento que se erigió no se tenían conocimientos suficientes como para saber exactamente la altitud donde se iba a posicionar.

La obra fue adquirida por el Estado por un valor de 4.500 pesetas, aunque no se trata de la única escultura en honor al Ángel Caído. En Turín existe un monumento dedicado a Lucifer llamado Monumento al Traforo de Frejus y en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife está ubicado otro monumento recientemente renombrado al Ángel Caído.

Esta famosa escultura se ha convertido en todo un emblema del Retiro y es una de las obras más destacadas del escultor español. La representación de la figura del ángel revelándose contra Dios y siendo expulsado del Reino de los Cielos lleva durante más de 100 años vigilando el Retiro desde las alturas.