El sueño del tren de Navalcarnero: millones de euros perdidos en unos raíles abandonados

Hace más de una década, el Gobierno de la Comunidad de Madrid se comprometió a construir un ferrocarril que uniría las poblaciones de Navalcarnero y Móstoles con el objetivo de acercar a los madrileños que viven en las zonas rurales del sur. Si bien este proyecto fue acogido con entusiasmo por los vecinos, este ha quedado en papel mojado ya que diez años después ningún convoy ha transitado por los raíles y las vías permanecen abandonadas. La sombra de la Operación Lezo truncó este proyecto regional que fue propuesto por Esperanza Aguirre. Ahora, el nuevo Gobierno de la Comunidad de Madrid ha solucionado las cuentas pendientes con este proyecto inconcluso y ha aprobado el gasto de 162.495.773,41 euros a la constructora de la línea de tren para compensar la obra fallida. Se trata de un dispendio millonario invertido en un proyecto inconcluso que sirve como compensación de las partes de la obra que sí se han entregado. Tras saldar la deuda, el futuro del tren de Navalcarnero aún está en el aire esperando a unir las pequeñas localidades del sur con la ciudad de Móstoles.

A parte de aún no poder disfrutar de esta infraestructura tan necesaria, el retraso de las obras está teniendo un coste significativo para las arcas madrileñas. De los más de 160 millones pagados, casi 40 millones de euros son intereses de demora ya que la Administración ha dejado pasar tres años entre la recepción de lo construido (2018) y el pago (31 de diciembre de 2021). No obstante, la constructora reclama mucho más dinero del que el Ejecutivo quiere pagar llegando a cifrar en 300 millones de euros los intereses de compensación.

Pero a parte del coste millonario, lo dramático de esta infraestructura es que permanece abandonada desde 2010 y sin terminar. De hecho, esta vía férrea tan maldita ha acabado formando parte de los casos de corrupción que afectan a los Gobiernos del Partido Popular en la Comunidad de Madrid. La sombra de Lezo ha recaído sobre el tren de Navalcarnero que fue propuesto por la propia Esperanza Aguirre.

EL FUTURO DEL TREN PASA EL GOBIERNO DE ESPAÑA

Tras el pago millonario de la compensación a la empresa constructora, queda por resolver qué hará el Ejecutivo de Díaz Ayuso con la infraestructura. El anterior consejero de transportes, Ángel Garrido, llegó a plantear en febrero la cesión de la obra al Gobierno de España pero el adelanto electoral decidido por Isabel Díaz Ayuso en marzo dejó el proyecto en manos de su nuevo titular de Transportes, David Pérez, un hombre que goza de la confianza total de la presidenta según fuentes de Sol.

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David Pérez e Isabel Díaz Ayuso (PP)

Asimismo, Más Madrid ha pedido ayuda al Gobierno de España para sacar adelante esta infraestructura. El senador, Pablo Perpinyà, ha solicitado a la Mesa de la Cámara Alta la comparecencia de la Ministra de Transportes, Raquel Sánchez Jiménez, para que informe del estado actual de las obras del tren Móstoles-Navalcarnero, acompañado de una batería de preguntas, instando a finalizar dichas obras. “Le pedimos ayuda al Gobierno de España para que los vecinos de Navalcarnero y todo el suroeste de Madrid no tengan que esperar otros 10 años para moverse en tren, para que el peso de la corrupción del Partido Popular no recaiga exclusivamente sobre las espaldas de los más vulnerables”, ha explicado el senador de Más Madrid, Pablo Perpinyà.

Y es que la ampliación de la red de Cercanías desde Móstoles a Navalcarnero fue un compromiso electoral bajo el mandato de Esperanza Aguirre. 10 años después, el asunto sigue siendo una promesa electoral fallida que ha pasado por numerosas vicisitudes sin llegar a su culmen. El Ministerio de Fomento ya se negó a desarrollar la infraestructura y fue el Gobierno regional quién decidió hacerse cargo sin éxito ninguno. Ahora, esta petición ministerial vuelve y las instituciones madrileñas han pedido al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana que incluya una partida para dicha obra en los Presupuestos Generales del Estado, después de que el Gobierno rechazara la propuesta en el Congreso de los Diputados.