La Comunidad de Madrid ha declarado Bien de InterĂ©s Cultural (BIC) en la categorĂa de Hecho Cultural a las fiestas de San Isidro de la capital, que se celebran desde 1622, año de su canonizaciĂ³n.
El Gobierno regional reconoce asĂ la “gran importancia cultural” de estos festejos en honor al santo patrono de la ciudad, cuya fecha central es el 15 de mayo, y su funciĂ³n en la cohesiĂ³n de la sociedad madrileña, tal y como ha señalado este miĂ©rcoles el consejero de EducaciĂ³n, Ciencia y Universidades y portavoz del Ejecutivo, Enrique Ossorio, en rueda de prensa.
El Consejo de Gobierno ha dado este miĂ©rcoles luz verde al decreto por el que se formaliza la declaraciĂ³n, una iniciativa impulsada por el Ejecutivo autonĂ³mico y el Ayuntamiento de la capital, cuya incoaciĂ³n fue anunciada por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel DĂaz Ayuso, el pasado mes de mayo.
Este reconocimiento se ajusta a la ConvenciĂ³n para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de 2003 de la Unesco y a la legislaciĂ³n nacional y regional que regula los hechos culturales. SegĂºn los informes tĂ©cnicos realizados, en San Isidro el protagonismo es “indiscutiblemente de la comunidad, siendo la festividad representativa del ser y el sentir de los madrileños, que se ha transmitido a travĂ©s de las sucesivas generaciones y ha sabido encontrar el equilibrio entre lo tradicional y actual, adaptĂ¡ndose a los nuevos tiempos”.
AdemĂ¡s de los diferentes actos religiosos, civiles y lĂºdicos, en la protecciĂ³n se incluye la feria taurina en la plaza de Las Ventas, los bailes y mĂºsica tĂpicos (seguidillas, jotas, chotis…), la gastronomĂa (rosquillas, gallinejas, entresijos, vino dulce y barquillos, entre otras especialidades), la indumentaria de los participantes (majos y majas, chulapas y chulapos), la tradiciĂ³n expresiva oral o las representaciones de San Isidro en el arte.
Con esta medida, el Gobierno madrileño pretende “salvaguardar todos los elementos que rodean estos festejos, con acciones como el registro y documentaciĂ³n de la fiesta como bien cultural y su promociĂ³n, asĂ como la tutela de la conservaciĂ³n de sus valores tradicionales, transmisiĂ³n a las generaciones futuras o la preservaciĂ³n de los entornos paisajĂsticos de los lugares de celebraciĂ³n”.