Así nacieron las centenarias Campanadas que vuelven este año a la Puerta del Sol

Cada año, el kilómetro cero, se llena de vida para recibir el nuevo año. El centenario reloj de la Puerta del Sol está listo para dar las Campanadas que marcan el compás de las 12 uvas que se toman cada Nochevieja para recibir el nuevo año. Desde 1909, los españoles celebran esta tradición cuyo epicentro es Madrid y este año, tras el parón de la pandemia que hizo imposible la celebración en 2021, los españoles vuelven a la Puerta del Sol para recibir el nuevo año. Eso sí, no habrá una plaza abarrotada como solía suceder cada año ya que el Ayuntamiento de Madrid fijará un número máximo aforo para escuchar las Campanadas al pie de la Puerta del Sol.

Las Campanadas llevan más de un siglo sonando cada 31 de diciembre. Esta tradición nació en el seno revolucionario ya que un excedente en la producción de uva hizo que los agricultores se pusieran en contacto con el Gobierno con el fin de que este potenciara la compra de uvas para tomarlas en la última noche del año. De este modo, aquella Navidad de 1909, la Puerta del Sol se llenó con cientos de personas para comer uvas y acabar así con la sobreproducción de esta fruta.

Esta tradición nació en el seno revolucionario

La tradición cuenta que, a parte de este excedente, las 12 uvas son una costumbre importada por los franceses que representaban en esta cifra la docena de meses que compone el año. Eso sí, las 12 uvas tenían que estar bien regadas de champan, algo complicado para la clase revolucionaria de la época que había sido la precursora de esta singular tradición. Si bien las clases aristócratas festejaban en sus casas con buenos menús esta fiesta, las clases proletarias de agricultores decidieron juntarse en la plaza madrileña para beber vino y tomar las uvas de la suerte al son de los cuartos del Reloj de la Real Casa de Correos.

Esta tradición comenzó a finales del siglo XIX, pero fue en 1909 cuando la plaza se lleno hasta la bandera gracias al excedente de uva que se produjo en las regiones levantinas. El Gobierno madrileño quiso apoyar a los viticultores y fomentó esta supersticiosa tradición que sigue vigente hoy con más ilusión que nunca.

EL CORONAVIRUS Y LA GUERRA CIVIL PAUSARON ESTA TRADICIÓN CENTENARIA

Desde hace más de un siglo, los españoles han recibido el año con la Campanadas madrileñas. Sin embargo, algunos acontecimientos históricos cesaron esta tradición en dos ocasiones. La primera fue por la Guerra Civil y la segunda fue el año pasado debido a la pandemia por coronavirus.

En el año 1938, durante la Guerra Civil, un bombardeo hizo imposible que los españoles despidieran el año frente a la Real Casa de Correos. Una de las bombas rompió en la esfera principal, la que da a la plaza y esto hizo que la gente no inundara la plaza madrileña como ocurría otros años. El bombardeo trajo cola y durante los tres años de guerra sucesivos no hubo gente en la Puerta del Sol para dar la bienvenida al año por precaución ante posibles bombardeos.

La segunda vez que se suspendió dicha tradición fue el año pasado. En 2021, la situación epidemiológica de la pandemia por coronavirus hizo imposible la concentración masiva de personas. Evitar contagios fue la misiva que tuvieron las autoridades sanitarias madrileñas para suspender la reunión en la Puerta del Sol. Si bien la plaza permaneció vacía, el piano de Nacho Cano inundó de música el kilómetro cero para despedir el año más trágico del siglo XXI.

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Este año, el coronavirus no se ha ido de forma definitiva a pesar de la vacunación. Es por ello que el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha apostado por mantener las Campanadas en la Puerta del Sol pero rebajando el aforo con respecto a las 18.000 personas permitidas en la Nochevieja de 2019 “para mantener las distancias”.