Como cada año, el Palacio Real de Madrid ha inaugurado su Belén Napolitano. En la edición de este año cuenta con más de 200 figuras, estrena una nueva disposición, en forma de T, y hace un guiño al Año Xacobeo. Todos los madrileños y turistas podrán visitarlo hasta el 9 de enero inclusive.
Más conocido en la capital como el BelĂ©n del PrĂncipe, fue iniciado por el Rey Carlos III como regalo para su hijo Carlos IV. Este año se ha dedicado una escena al año Jubilar Xacobeo y la Natividad se escenifica en una rĂ©plica del Zaguán del Palacio.
Todos los años, el montaje de este belén es completamente diferente, justiciando los mismos elementos, pero creando otros nuevos. Como novedad este año, las figuras de los peregrinos las han vestido en honor a Santiago Apóstol, el guiño al Año Xacobeo.
El Misterio está colocado en el Zaguán de Palacio, junto a los ángeles, la adoración, tanto reyes como pastores. Además, ha incorporado la figura tradicional del belén napolitano, que es la del diablo.
El Misterio está colocado en el Zaguán de Palacio, junto a los ángeles, la adoración, tanto reyes como pastores y, además, han incorporado la figura tradicional del belén napolitano, que es la del diablo.
El zaguán está construido con sus propias manos y es una réplica del que se puede visitar en el Palacio Real de Madrid. Normalmente, este tipo de belenes utilizan un templo clásico, pero desde Patrimonio Nacional han querido presentar la arquitectura del palacio.
SU VERDADERO ORIGEN
La costumbre de representar el nacimiento de Jesucristo con figuras naciĂł en la Edad Media. El primer BelĂ©n del que se tienen noticia se lo debemos a San Francisco de AsĂs, que en 1223 celebrĂł la misa de Navidad dentro de una cueva en Italia. PodrĂa decirse entonces que fue Ă©ste quiĂ©n inventĂł el belĂ©n.
En esa cueva, San Francisco de AsĂs colocĂł dentro de un pesebre una imagen en piedra del niño JesĂşs y a ambos lados un buey y un asno vivos.
Cuenta la tradición que sucedió un milagro cuando San Francisco tomó la imagen del niño en sus brazos y cobró vida, este milagro corrió de boca en boca por toda Italia y asà comenzaron a ponerse Belenes en todas las casas.
Carlos III fue quien trajo esta tradiciĂłn desde Italia a España ya que habĂa sido rey de Nápoles. El entusiasmo del rey Carlos III y su esposa por los Belenes fue imitada por los nobles y arraigĂł pronto el el pueblo español. Esta costumbre tambiĂ©n la exportamos a toda LatinoamĂ©rica.