Museo Sorolla: un oasis de arte en la capital

Clotilde García del Castillo, fue mucho más que musa, mujer y viuda del pintor Joaquín Sorolla. Gracias a ella, que en 1925 dictó testamento donando todos sus bienes al Estado Español se pudo fundar un museo en memoria de su marido.

Ubicado en el centro de Madrid, en el distrito de Chamberí, en 1932 fue inaugurado el Museo Sorolla, que conserva en la actualidad el ambiente original de vivienda y taller del pintor valenciano. En él se concentra la mayoría de los objetos que este reunió en vida. Predomina su obra, pintura y dibujo, siendo la colección más amplia y representativa que se conserva.

Rodeado por un agradable jardín de estilo andaluz diseñado por el propio autor, es una casa-museo que aún conserva gran parte de su decoración, por lo que resulta un placer recorrer sus estancias mientras se disfruta de las colecciones del artista. Es una de las casas de artista más completas y mejor conservadas de Europa.

SUS COLECCIONES

Aunque no se trata de un museo de la magnitud de otros que también se encuentran en la capital, como pueden ser el Museo del Prado o el Thyssen, es un gran museo. Su parte más extensa, cuenta con más de 1200 piezas que corresponden a pinturas realizadas por el pintor. También destaca una colección de dibujos que permite conocer su vida familiar, así como ver los bocetos de los diseños que realizó para su propia vivienda.

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Imagen de una de las salas dónde se encuentra la colección permanente.

La colección del Museo Sorolla incluye también numerosas esculturas, piezas de cerámica, joyas, objetos personales y fotografías antiguas que reflejan instantes de la vida del pintor, además de los muebles que aún conservan su antigua ubicación en la casa. La colección se compone de las donaciones de su mujer y sus hijos, aumentada en 1951, con la entrega de todos sus bienes por parte de su hijo, Joaquín Sorolla García. Desde 1982, ha sido incrementada con adquisiciones efectuadas por el Estado Español.

Sorolla reunió otros muchos objetos que son el antecedente de las otras colecciones que el museo contiene. Destacan las de escultura, cerámica, joyería popular, fotografía antigua y un importante archivo de la correspondencia que el pintor recibió en vida.

TORMENTO Y DEVOCIÓN

En la actualidad, el museo cuenta con una colección permanente y otra temporal: “Sorolla. Tormento y devoción“. Luis Alberto Pérez Velarde, comisario de esta última, analiza al primer ámbito la muestra “Primeros años 1880-1890” en las que el pintor alterna el tema religioso con el histórico.

En los primeros cuadros, hace un uso muy importante de las luces y de los colores pero siempre con la religión como trasfondo intelectual de sus cuadros. Algunos de ellos, le llevaron a ganar medallas como el de “La Monja Adoración” con el que ganó la medalla de oro en la exposición regional de valencia o el de “Isaac bendiciendo a Jacob” por el que obtuvo otra distinción en Roma.

Durante su estancia en Italia, el pinto creó cuadros con esas gamas cromáticas tan importantes como el de fríos y cálidos. Claro ejemplo de esto es “El entierro de Cristo” con el que fracasó en el certamen de 1887 y un cuadro que le dio bastantes quebraderos de cabeza.

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Visitantes en el Museo Sorolla contemplando “El entierro de Cristo”

Después de Roma y tras un salto en París, se establece en la ciudad italiana de Asís, dónde encuentra un remanso de paz. Lo que le lleva a realizar obras como “Santa Clotilde”.