Open House Madrid abre las puertas del Palacio de Fernán Núñez y la estación de Delicias

La Fundación de los Ferrocarriles Españoles va a participar en una nueva edición de Open House Madrid, la gran jornada de puertas abiertas de la arquitectura madrileña, abriendo a las visitas las puertas de sus dos sedes madrileñas: el Palacio de Fernán Núñez y la histórica estación de Delicias, que alberga el Museo del Ferrocarril de Madrid.

Con el lema ‘No sé ni dónde vivo’ esta séptima edición, que tendrá lugar del 24 al 26 de septiembre, permitirá la visita a un centenar de espacios que normalmente están cerrados al público, ha informado la Fundación a través de un comunicado.

El principal objetivo de Open House Madrid es “fomentar el aprecio, la comprensión y el aprendizaje de la excelencia arquitectónica, permitiendo a los ciudadanos entender el valor de cada espacio y experimentar la singularidad de estos edificios”. Además, las visitas a las dos sedes de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles serán realizadas por guías de Open House Madrid y las inscripciones ya están abiertas desde este jueves.

El Palacio de Fernán Núñez se encuentra entre las construcciones palaciegas del siglo XIX mejor conservadas de Madrid, a pesar de sus diversas reformas y ampliaciones. El inmueble tiene su origen a mediados del siglo XVIII cuando Blas Jover, secretario de Consejos de Fernando VI, construyó su vivienda en una parcela de los antiguos huertos del convento de Santa Isabel.

El edificio se organizó alrededor de varios patios y el jardín, disponiendo la zona noble hacia la calle Santa Isabel, cuya fachada se modificó, y la destinada al servicio, cuadras y cocheras en San Cosme y San Damián.

Por su parte, la estación de Madrid-Delicias es ejemplo de la arquitectura e ingeniería de hierro del siglo XIX. Fue diseñada como estación término de la línea de ferrocarril de Madrid a Ciudad Real, que tenía continuidad hasta la frontera portuguesa por Badajoz.

La línea fue abierta al tráfico de modo completo el 3 de febrero de 1879 y, poco después de un año, el 30 de marzo de 1880, se haría lo propio con la estación de Delicias, en un acto presidido por los reyes Alfonso XII y María Cristina. La estación de Delicias fue la primera de su clase en Madrid; entonces Atocha era un apeadero y Príncipe Pío una estación provisional.