El Gran Hotel Inglés es uno de los establecimientos más emblemáticos de la capital madrileña… ¡y en septiembre te ofrece un sinfín de planes!
Hoy en día, este lugar puede presumir de ser el hotel de lujo más antiguo de Madrid, ademas de un pedazo de la historia de la ciudad. Tanto es así, que fue el segundo edificio de la capital en tener alumbrado eléctrico, después de Las Cortes.
Pero vamos a centrarnos en su espectacular lobby, el LoBbyto. Con su inconfundible barra ovalada, se convertirá en uno de los planes más singulares del verano madrileño: las ‘Noches de Película’ del Gran Hotel Inglés.
Se trata de una serie de propuestas que incluyen cine, tapas castizas, platillos a compartir, cócteles de autor y la mejor música. ¡Y todo ello combinado con su característica elegancia!
Y por si fuera poco, también participarán en el Hotel Tapa Tour, del 16 al 26 de septiembre, y en la cuarta edición de Madrid Cocktail Week, del 27 de septiembre al 3 de octubre.
No dejes de pasarte por este rincón en el barrio de Las Letras, localizado en la calle de Echegaray 8. ¡Plántale cara a la vuelta a la rutina!
Un lugar repleto de historia
Ha llovido mucho desde que, en 1953, se construyese el Gran Hotel Inglés. También ha pasado tiempo desde su inauguración oficial: el 16 de diciembre de 1886.
Desde su nacimiento, este lugar se convirtió en todo un icono social y cultural, además del centro de reuniones y tertulias de todo tipo de personalidades. Allí se han alojado grandes artistas, músicos y literatos, desde Carlos Gardel hasta Matisse, pasando por Virginia Wolf o Benito Pérez Galdós.
Tras una reforma integral, el hotel cuenta actualmente con 48 habitaciones y algunas de las suites más especiales del centro de Madrid. También con el restaurante Casa Lobo, el LoBbyto, la zona de Spa By Sisley, un impresionante gimnasio y espacios exclusivos para selectas reuniones y eventos.
Desde su reapertura en 2018, el hotel ha recuperado el glamour, la elegancia y la innovación que tuvo en sus dorados años 20. Toca volverlos a vivir a lo grande… ¡en pleno siglo XXI!
