Los sanitarios alertan de la presión asistencial en las UCIs en la quinta ola

El sindicato Mats (Movimiento Asambleario de Trabajadores de Sanidad) ha alertado este jueves del aumento de la presión asistencial en las UCIs de los hospitales públicos de la Comunidad durante la quinta ola del Covid-19. Mientras el Gobierno regional habla de tendencia descendente y defiende la “elasticidad” que permite hacer frente al incremento de ingresos.

En un comunicado, el sindicato ha puesto de manifiesto el incremento de la presión asistencial en estas unidades del Servicio Madrileño de Salud (Sermas), que a fecha de 24 de agosto cuentan con 269 pacientes ingresados, y ha alertado de que una “saturación” y “colapso” de las mismas puede derivar en “graves problemas de Salud pública” ya que no se podrá atender “adecuadamente” a otras personas que así lo precisen.

UN CENTENAR MÁS DE INGRESOS QUE EN LA SEGUNDA OLA

Según sus datos, en agosto del pasado año, encuadrado en la segunda ola de la pandemia, el número de personas ingresadas en UCIs era de 168, casi un centenar menos que el pasado martes. Frente a ello, la Consejería de Sanidad ha destacado que en los últimos días “ya se está apreciando una tendencia descendente de los ingresos en UCI en los hospitales del Servicio Madrileño de Salud”.

En esta misma línea, fuentes de la Consejería de Sanidad han recordado que, en cualquier caso, los centros hospitalarios disponen de medidas de elasticidad asistencial para atender el aumento de pacientes Covid-19.

No obstante, desde el sindicato, han puesto el acento en las críticas a la planificación y gestión de la pandemia por parte del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. En este sentido, ha recordado cómo servicios de UCI como los del Hospital Infanta Sofía permanecieron cerrados en la primera ola, como una planta del hospital Gómez Ulla estuvo sin utilizar pese a tener la UCI saturada o como La Paz cuenta con seis camas bloqueadas este martes “en pleno repunte de casos”. Además de la falta de material.

Desde el sindicato han subrayado también los problemas derivados de las políticas de Recursos Humanos, con sobrecarga de trabajo y estrés emocional de los sanitarios que durante la pandemia han prestado servicio en las UCIs de los hospitales madrileños.

Entre ellos, ha aludido al incumplimiento de la normativa sobre periodos de descanso del personal. “Más grave aún, es que ante la falta de plantillas, la limitación del número de sustituciones y la precariedad estructural se está ofertando a los trabajadores de UCI la posibilidad de realizar jornadas complementarias. Es decir, doblajes de turnos, horas extras, aumento de guardias, etc. y que los mandos intermedios de estos servicios estén actuando de transmisores de estas prácticas de dudosa legalidad, poniendo en grave peligro la seguridad y salud de pacientes y trabajadores“, ha señalado.

Mats también ha alertado de que a ello se une el problema de la distribución de cargas en estas unidades y ha señalado que, por ejemplo, en el Gregorio Marañón una enfermera puede estar a cargo de tres pacientes o en el Clínico la Unidad Coronaria con seis pacientes haya sido atendida en más de una ocasión por dos enfermeros.

FALTA DE PLANIFICACIÓN Y MUCHA IMPROVISACIÓN

Finalmente, también alude a las responsabilidades asistenciales por falta de planificación e improvisación. Sobre este punto, ha denunciado situaciones como la del Hospital del Henares, “donde se llegó a cesar a cinco enfermeras de UCI para contratarlas en vacaciones cobrando 16 euros la hora, mientras en esta unidad permanecía de baja de larga duración dos enfermeras y tres más estaban de excedencia” o la del Hospital de Arganda del Rey, “donde la falta de personal de UCIs se llega a cubrir hasta con personal de Neonatos”.

Desde el departamento que dirige Enrique Ruiz Escudero, no obstante, han defendido este año el Servicio Madrileño de Salud ha realizado más de 6.700 contratos de suplencias de verano, que se suman a los más 11.100 contratos extraordinarios de refuerzo Covid-19 que han sido prorrogados hasta el 31 de diciembre de 2021 para seguir atendiendo las necesidades derivadas de la pandemia, según han indicado fuentes de la Consejería.