El futuro incierto del Templo de Debod

¿Sabías cuál es el monumento más antiguo de Madrid? Pues con sus más de 200 siglos, el Templo de Debod se lleva este título. Traído piedra a piedra desde el mismísimo Egipto, este edificio se ha convertido en uno de los símbolos de la capital.

La cantidad de turistas que lo visitan, así como las condiciones climáticas de la capital hace peligrar este milenario templo egipcio. Conoce su historia y la gran odisea que supuso transportar tal emblemático monumento desde el norte de África al centro de España.

UNA PARTE DE NUBIA EN MADRID

Nubia es una región de Egipto situada al sur del país. Su población se asienta a lo largo del valle del Nilo, muy cerca de este emblemático río. Tan importante fue que en la antigüedad fue un reino independiente.

Los asentamientos humanos que se emplazaron en este lugar decidieron construir una serie de edificios destinados al culto de los grandes dioses egipcios. El Templo de Debod forma parte de este tipo de construcciones dirigidos a venerar a sus divinidades, más exactamente a los dioses Amón e Isis.

Templo de Debod
El Templo de Debod en su emplazamiento original

A lo largo del siglo XIX numerosos exploradores y egiptólogos visitaron este templo. El diario de Joseph Ssenkowsky, un viajero ruso, lo describía así:

“En Wadi Debod hay un pequeño templo de tan solo 75 pies de longitud en muy buen estado de conservación. Este templo contiene un vestíbulo, siete cámaras. Parece que debió estar dedicado a Isis”.

En 1907 se construyó en aquel lugar una presa que haría que el Templo de Debod en su ubicación original pasara nueve meses al año bajo las aguas del río Nilo. En 1961 se crearía una nueva presa que cambiaría su futuro para siempre.

EL GRAN VIAJE DE EL TEMPLO DE DEBOD

La nueva presa hizo que el templo peligrara. En aquel momento, una misión arqueológica polaca dio la voz de alarma pues aquel pequeño Templo de Debod corría peligro de desaparecer.

La Unesco hizo un llamamiento internacional para que los países colaboraran y salvar los templos del Nubia. Estados Unidos, Italia, Países Bajos o España fueron parte de los que llegaron al rescate.

En agradecimiento, el gobierno egipcio donó en 1968 cuatro monumentos a estos países. El templo Dendur se fue a Nueva York y se encuentra en el Metropolitan Museum; el Ellsiya viajó hasta el Museo Egipcio de Turín; Taffa acabó en Leide, Países Bajos y el Templo de Debod acabó encontrando su lugar en Madrid.

El futuro incierto del Templo de Debod NYC Metropolitan Temple of Dendur

Tras una dura negociación con el gobierno de España, el Templo de Debod comenzó a viajar por el mundo. Para ello se desmontó piedra a piedra y se llevó hasta el puerto de Alejandría. A partir de aquí, viajaría en barco metido en cajas hasta Valencia.

El transporte de Valencia a Madrid se hizo en camión. Finalmente, estas cajas con una mercancía milenaria acabarían almacenada en un solar vacío en lo que antes ocupaba el Cuartel de la Montaña de la Montaña de Príncipe Pío, destruido durante la Guerra Civil.

EL TETRIS PARA VOLVER A RECONSTRUIR EL TEMPLO

Cuando las cajas llegaron a Madrid contaron con los mejores arqueólogos de España. La tarea que tenían entre las manos era de gran envergadura. De ellos dependía la conservación y la reconstrucción de un templo de más de dos mil años de antigüedad.

El Templo de Debod llegó piedra a piedra. Cada una de ellas llevaba una numeración para intentar facilitar su reconstrucción. Lo cierto es que la mayoría de los números estaban mal o se habían perdido, por lo que crear de nuevo este templo se convirtió en toda una odisea.

Templo de Debod
Llegada de las cajas a Madrid

Además de todo ello, los arqueólogos españoles solo contaban con unas fotografías para poder saber cómo era el edificio original. No había mapas ni planos, por lo que la dificultad era monumental.

A pesar de todas las dificultades, estos profesionales fueron capaces de reconstruirlo. Además, el Templo de Debod se encuentra dispuesto según su orientación original, es decir, de Este a Oeste.

ASÍ ES EL TEMPLO DE DEBOD

En sus 2.200 años de antigüedad el Templo de Debod ha ido perdiendo partes por el camino. Cuando llegó a España, estas muescas fueron reconstruidas con piedra de Villamayor, traída desde Salamanca.

En su nueva disposición se construyó un pequeño estanque a sus pies. De esta manera se representaba el cercano río Nilo, para así hacer todavía más real esta nueva escena.

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El Templo de Debod ya en Madrid

En su interior se instaló un sistema de aire acondicionado para poder recrear el clima de Egipto y poder conservar mejor el edificio. Allí se pueden contemplar las diferentes capillas que formaban el Templo de Debod en su emplazamiento original.

Además de ello, el Templo de Debod era de las pocas construcciones religiosas egipcias que contaban con una cripta en su interior. Hay que recordar la importancia que tenía la muerte para esta civilización.

GRAFITIS MILENARIOS EN SUS PAREDES

Una de las cosas que pocos visitantes conocen sobre el Templo de Debod son sus grafitis milenarios. Con la edad del monumento, por sus piedras han pasado numerosas personas que quisieron dejar su huella en la historia.

Parte de las pinturas originales del templo se perdieron cuando este pasaba largas temporadas bajo las aguas del río Nilo. Sin embargo, la piedra sigue siendo un testigo impasible de la historia de la humanidad.

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Inscripciones en el Templo de Debod

Gracias a los grafitis de la piedra podemos intuir que el Templo de Debod hubo un tiempo que se convirtió en una iglesia cristiana. También hay numerosas firmas de todos los exploradores que pasaron por su puerta y decidieron imprimir su nombre para siempre.

Además de firmas podemos encontrar caravanas, rebaños, inscripciones, animales… La próxima vez que pasees por este lugar fíjate bien en sus piedras porque te llevarás una sorpresa.

EL FUTURO INCIERTO DEL TEMPLO DE DEBOD

La llegada a Madrid del Templo de Debod fue toda una odisea. Desde entonces este monumento ha estado envuelto en una gran polémica alrededor de su estado de conservación.

Las condiciones climáticas de Madrid no tienen nada que ver con el tiempo que reina en un lugar como Egipto. La contaminación de la capital tampoco mejora la situación de un edificio milenario.

El templo se inauguró de la mano del alcalde Arias Navarro en el 1972 y desde entonces se ha utilizado para actividades de diversa índole que no favorecen su conservación. Desde cine de verano hasta representaciones teatrales han pasado por su interior.

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Templo de Debod

Anuncios publicitarios, vídeos musicales… el Templo de Debod ha sido la casa de todo sin preocuparse nadie si sus piedras sufren el paso del tiempo. Profesionales de la arqueología levantaron la voz para intentar frenar este frenesí que puede acabar con este emblemático edificio.

En el año 2020, Zahi Hawass, uno de los arqueólogos más prestigiosos del mundo, le envió una carta directamente al alcalde de Madrid pidiendo que cubran el monumento para protegerlo de la lluvia. Según este egiptólogo, “si no se protege este monumento, en cien años se vendrá abajo porque el agua penetrará en las grietas y lo destruirá”.

“Si no se protege, en 100 años se vendrá abajo”

Zahi Hawass, arqueólogo

Hawass advirtió a Almeida de que “en las últimas décadas este templo ha sufrido más que en toda su vida, que son más de dos mil años. Además de ello, insistió en que “España debe devolver este regalo si no lo valora”.

La respuesta institucional no tardó en llegar: “el templo se queda”. El alcalde advirtió que no había ninguna intención de devolverlo. A pesar de ello, también apostilló que el Ayuntamiento de Madrid trabajaría por adoptar todas las medidas de conservación.

Como otras muchas cosas, la pandemia frenó todo. Ojalá el Templo de Debod se siga conservando fuerte para que sean muchas más las generaciones de madrileños los que puedan seguir disfrutando de un lugar milenario como este.