La ciudad de Madrid era muy diferente en los siglos XVI y XVII, período histórico en el que Carlos I, Felipe II, Felipe III, Felipe IV y Carlos II gobernaron nuestro país.
Si a los dos primeros, Carlos I y Felipe II, se les considera los Austrias mayores, los restantes son catalogados por los historiadores como Austrias menores. Sin embargo, todos tienen en común una cosa: dejaron un sinfín de anécdotas en la Villa y Corte.
A efectos turísticos, el término ‘Madrid de los Austrias’ se emplea para promocionar los conjuntos monumentales de una buena parte de los barrios administrativos de Sol y Palacio, que representan una cuarta parte de la zona.
Prepárate… ¡arranca la ruta por la zona más antigua de Madrid!
3La estatua ecuestre de Felipe IV
La estatua ecuestre de Felipe IV está situada en plena Plaza de Oriente, frente al famosísimo Palacio Real.
Se trata de uno de los monumentos más icónicos del Madrid de los Austrias. El pedestal actual sobre el que se levanta data del siglo XIX, cuando la reina Isabel II pudo impulsar definitivamente el proyecto.
El propio rey Felipe IV ya manifestó en su época el deseo de pasar a la posteridad con un monumento diferente. Hasta entonces, todas las estatuas ecuestres eran iguales: con el caballo sustentado sobre sus cuatro patas.
Por ello, el monarca español encargó una obra única, con el animal levantado sobre sus patas traseras. Dicen que el artista que llevó a cabo el trabajo, el escultor italiano Pietro Tacca, recibió el asesoramiento del mismísimo Galileo Galilei para realizar los cálculos exactos.





