Gabilondo abandona la Asamblea tras los peores resultados del PSOE

El candidato del PSOE a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, el profesor y metafísico moderado, tras haber ganado las elecciones de 2019 y casi llegar a la Puerta del Sol, hoy, dos años después ha tomado la decisión de no recoger su acta de diputado con el peor resultado en la historia del PSOE en unos comicios.

Gabilondo nació en San Sebastián hace 72 años, pero se siente madrileño por haber formado su familia en Madrid, ciudad donde además fue estudiante. Se licenció en Filosofía y Letras en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), donde ha sido catedrático de Metafísica y donde después llegó a ser rector entre 2002 y 2009.

De 2007 a 2009 fue también presidente de la Conferencia Española de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE). Estos cargos los ostentó hasta 2009, cuando fue nombrado ministro de Educación por José Luis Rodríguez Zapatero.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recurrió en 2015 al Catedrático de Metafísica, sin carnet de partido ni carnet de conducir, tras la destitución como cabeza de lista de Tomás Gómez por las sospechas sobre los sobrecostes del tranvía de Parla, por las que finalmente no se le atribuyó responsabilidad alguna.

Gabilondo ganó las primarias que se convocaron para designar nuevo candidato a la Presidencia regional, a las que concurrió también Pedro Zerolo, quien finalmente fue como número 3 de la lista encabeza por Gabilondo pero falleció antes de recoger su credencial como diputado electo.

Este año alcanzó los 37 escaños, pero no consiguió desbancar a la expresidenta Cristina Cifuentes. En las elecciones de 2019, el socialista ganó a la actual presidenta regional en funciones y ganadora de los comicios de 2021, Isabel Díaz Ayuso, pero no consiguió llegar a la Puerta del Sol; también con 37 escaños aunque con 60.000 votos más que en 2015.

Dos años más tarde un Gabilondo que apelaba a la “no confrontación” volvía a presentarse tras la convocatoria de elecciones anticipadas por Ayuso, por miedo a que organizara una moción de censura con Ciudadanos como ocurrió en Murcia.

Las mociones de censura que presentó el socialista y el resto de la izquierda no sirvieron de nada al entrar fuera de tiempo. Así, con la convocatoria inminente de los comicios, Gabilondo fue designado por el partido sin pasar por primarias “por la emergencia” de la situación. Fue el propio Sánchez quien le llamó para conocer su disposición a volver a liderar una candidatura, pese a que su nombre estuvo sonando durante meses para ser el Defensor del Pueblo.

UNA CAMPAÑA MARCADA POR LOS CAMBIOS EN SU DISCURSO

Gabilondo se ha centrado durante toda la campaña en un mensaje principal, que Madrid “no necesita espectáculo y alejarse de la confrontación. Se ha presentado a estos comicios como un candidato “soso, serio y formal”, al que le sobra “ruido”. Además, reconocía que no es un “político de marketing”, que “el descaro, el insulto, el odio y la tensión” no le representaban y que quería ser el presidente de la Comunidad de Madrid para “gobernar en serio”.

Desde el inicio de la precampaña el líder socialista indicó que estaba dispuesto a pactar “con las dos manos” pero que no quería a los extremos, donde también incluía al candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, con quien decía no estar de acuerdo en su modo de plantear las elecciones, “en términos de confrontación”.

Pero este planteamiento cambió durante el debate de ‘Telemadrid’ con sus seis contrincantes, cuando Gabilondo se dirigió por primera vez al candidato ‘morado’, pasando del “con este Iglesias no” a “Pablo, tenemos 12 días”.

Así, el candidato socialista forjaba una nueva orientación propiciada por el ‘no’ de Ciudadanos y llamaba a la unión de todas las fuerzas de izquierda para acabar con el ‘Gobierno de Colón’.

Esta campaña también se ha visto marcada por las cartas amenazantes que han sufrido miembros del Gobierno de España y candidatos; tema que ha llegado a eclipsar todos los actos y mítines electorales.

Es desde este momento y “la falta de condena explícita” de estos hechos por parte de Vox, lo que hace que Gabilondo abandone su idea de no entrar en el “clima de confrontación” y baje un poco más al ‘barro’ virando su discurso contra la “ultraderecha de Vox” y llamando a la movilización para acabar con “el odio, el miedo y las amenazas”.

De hecho, a raíz de estas circunstancias y al polémico cartel de la formación encabezada por Rocío Monasterio en contra de los menores extranjeros no acompañados (menas) es cuando el candidato socialista avisa contundente que hará “un cordón sanitario” a este partido y deja claro que no gobernaría “ni con Vox ni con Ayuso”, quien, a su juicio, capta las ideas de la “ultraderecha”.

Gabilondo que no era partidario de que se plantearan las elecciones en términos de “fascismo o comunismo” acaba reconociendo que “entre racismo o no, no hay neutralidad y entre fascismo o no, no hay neutralidad”. “He vivido ya mucho y no puedo consentir que se blanquee el fascismo”, llegó a decir.

‘NI A LA TERCERA VA LA VENCIDA’

El profesor que quería “gobernar para todos” obtuvo en estas elecciones el peor resultado de la historia, logrando tan solo 24 escaños, empatando con Más Madrid, quien le ‘sorpassó’ en número de votos. Además, barrios como Entrevías, Vallecas, Villaverde y municipios del Sur se convirtieron en cinturón ‘azul’ al elegir la “libertad a la madrileña” de Ayuso.

Así, dos días después de que tanto la Ejecutiva regional como la federal hayan reconocido los pésimos resultados, es cuando el candidato socialista ha decidido no seguir en la Asamblea de Madrid, pasos que previamente ha tomado José Manuel Franco, dejando su cargo como secretario general del PSOE-M.

Todo ello se ha producido en un día en el que Gabilondo ha terminado yendo al Hospital Ramón y Cajal, al encontrarse mal y darle una arritmia cuando acudía para vacunarse.

Todos sus contrincantes en estas elecciones y diputados le han deseado una pronta recuperación, incluida a Ayuso que incluso se ha desplazado al centro para interesarse por su salud. Aún así, parece que todo quedará en un susto porque Gabilondo ya se encuentra bien.

Durante los últimos seis años Gabilondo ha liderado la oposición, donde él mismo ha reconocido que ha trabajado con toda “vitalidad” y siempre ha defendido la labor que han hecho los socialistas con propuestas que muchas veces han pasado desapercibidas por su perfil político más bajo.

Ni las 350 medidas que propuso ni la promesa de no subir impuestos, la no confrontación ni los insultos y el ni “con este Iglesias no” han logrado que toda esa movilización llenara las urnas de rojo. Ni a la ‘tercera’ ha llegado la vencida para Gabilondo.