Sorpréndete con las curiosidades que esconde el Museo del Prado

El imponente Museo del Prado lleva 200 años en pie. Dos siglos que lo han consagrado como uno de los museos más prestigiosos del mundo, gracias a las obras maestras que cuelgan de sus paredes: Goya, Velázquez, el Greco, Tiziano, Rubens o el Bosco, entre muchos otros.

Podríamos afirmar que no hay ningún madrileño -ni español-, a no ser que realmente residan en Marte, que no sepa de su existencia. Distinto es que lo hayan podido contemplar con sus propios ojos, eso sí.

Cada año, decenas de millones de personas recorren sus pasillos y galerías. Esos más de 40.000 metros cuadrados que albergan un sinfín de secretos y que permanecen ocultos a la mayoría.

Después de leer todas estas curiosidades y leyendas, la visita al Museo del Prado puede que te apetezca, si cabe, aún más. ¡Prepárate para emprender una ruta totalmente diferente!

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Su destino era otro

Sorpréndete con las curiosidades que esconde el Museo del Prado

El arquitecto Juan de Villanueva (1739-1811) no pensó en un museo dedicado a las Bellas Artes cuando proyectó el edificio que hoy alberga el Prado, sino en que fuera la sede del Real Gabinete de Historia Natural.

Ese había sido el encargo del rey Carlos III, un apasionado de la ciencia que ya había contado con Villanueva para diseñar el Real Jardín Botánico y el Real Observatorio Astronómico, ambos situados a escasos metros.

Pero el arquitecto nunca vería su obra maestra a pleno rendimiento: el estallido de la guerra de Independencia hizo que el proyecto se retrasara hasta 1818 cuando se retomó gracias al interés de Fernando VII y, sobre todo, de su mujer Isabel de Braganza.