Un recorrido por la historia de las murallas de la ciudad de Madrid

¿Sabías que la ciudad de Madrid tuvo murallas? Efectivamente, igual que Ávila, Lugo y otras muchas ciudades que perdieron las suyas en el proceso de industrialización, a finales del siglo XIX.

Algunos orígenes mitológicos dicen la ciudad de Madrid fue fundada por los romanos y su primer recinto amurallado fue construido por Ocno Bianor, de origen troyano. Totalmente falso.

Otras teorías cuentan que fue un tal Epaminondas, rey de Grecia, el cual abandonó su reino para fundar Madrid en el siglo IV a.C. Se dedicó a construir sus murallas, dejar su sello real en ellas y finalmente marcharse. Otra leyenda falsa.

Hoy te contamos la historia de las murallas madrileñas, tanto la árabe como la cristiana, además de hacerte una interesante ruta por los restos que quedan de ellas.

Sí, sí, has leído bien. Aún perviven parte de las murallas en lugares que jamás te hubieras imaginado: suelos de antiguas tabernas, garajes subterráneos, patios semi-abandonados, torres de edificios o incluso en baños de restaurantes.

Muralla árabe

Un recorrido por la historia de las murallas de la ciudad de Madrid
Un recorrido por la historia de las murallas de la ciudad de Madrid

Las primeras murallas de la ciudad de Madrid se construyeron en el año 860 d.C por los musulmanes. Esta fecha es coronada, además, como el año de nacimiento oficial de nuestra ciudad.

La razón de su construcción fue muy simple. En aquella época, dentro de la Reconquista, tenían lugar ataques rápidos y de rapiña sobre las ciudades enemigas: las famosas ‘razzias’.

Ante esta situación, el Emir Muhammad I quiso proteger Toledo -capital de la Marca Media de Al-Andalus- del ataque de los reyes cristianos del norte. Para ello, creó varias ciudades fortificadas como parapeto defensivo de Toledo.

Las murallas musulmanas rodeaban toda la zona actual del Palacio Real y la Catedral de La Almudena, y se internaban hasta la Plaza de Oriente. Además, tenían dos recintos: uno que separaba a musulmanes de cristianos, que fueron expulsados a los arrabales; y otro que aislaba a sus súbditos en la antigua alcazaba.