Madrid se gastará en limpieza 89 euros por cada madrileño

Se ha aprobado en la ciudad de Madrid un nuevo contrato de limpieza donde se licitará esta semana para que entre en vigor en el mes de agosto. La Junta de Gobierno ha autorizado hoy el gasto plurianual de casi 1.700 millones de euros para renovar y mejorar este servicio esencial durante los próximos seis años.

Según ha explicado Inmaculada Sanz, portavoz municipal, supone dedicar un 45 % más de presupuesto respecto al precio de licitación del presente contrato integral en 2013. Además, han remarcado que los objetivos de este proyecto son, aumentar las frecuencias de las diferentes actuaciones, destinar más maquinaria a la limpieza, disponer de más tecnología y mejores instalaciones.

El consistorio de la capital blinda la limpieza de la ciudad estableciendo las características de las prestaciones con mayor control de calidad. Los ciudadanos podrán ser auditores a través de un canal de atención las 24 horas para comunicar incidencias.

Madrid es la ciudad de España que más dinero invierte en limpieza de todo el país. De hecho, el mayor gasto del presupuesto municipal anual va a parar a este servicio.

El refuerzo de plantilla en la calle

Sin embargo, por primera vez en la historia de la ciudad, los indicadores de calidad se mantendrán como base. Desde el ayuntamiento, se ha previsto que el 20% de la retribución de las empresas concesionarias estuviera ligada a la calidad de la limpieza, es decir, cuanto más limpia estuviera la calle más cobraban.

Por consiguiente, el nuevo contrato exige a los adjudicatarios incrementar en cerca de 2.000 operarios los efectivos en la vía pública, además habrá un aumento de las prestaciones y sus frecuencias, con mayor control sobre las mismas.

Una histórica cifra que aumenta de 56 euros que se paga por cada madrileño en limpieza a 89 euros. Como novedad añadida, estos pliegos de duración de seis años, cubren las vacaciones de los trabajadores, permitiendo mantener un importante número de operarios en la calle durante todo el año.

Los servicios de limpieza con mecanismos más novedosos

Madrid apuesta por un servicio de limpieza inteligente, donde las empresas adjudicatarias incorporarán a todos los vehículos diversas tecnologías para la identificación, localización, almacenamiento y transmisión de datos, comunicación y control.

Se incorporará un dispositivo global de localización y de posicionamiento, con el se permitirá llevar un seguimiento de la flota en tiempo real a través de un sistema de gestión de flotas compatible con los sistemas informáticos de gestión del contrato por parte del consistorio.

Otra de las novedades, del nuevo servicio municipal es la reducción de los tiempos a la mitad para la retirada de los residuos que se abandonan indebidamente en la vía pública. Asimismo, se incorpora una recogida programada mensual de muebles y enseres de particulares en la vía pública un día fijo a la semana para cada una de las zonas del distrito.

De nuevo siendo pioneros, se contará con 14 camiones nebulizadores para la limpieza y desinfección de las calles en caso de estado de alarma sanitaria o similar. Tras decretarse el estado de alarma, Madrid comenzó a utilizar por primera vez camiones nebulizadores. La capital se convirtió en la primera ciudad española en emplear este tipo de maquinaria para desinfectar las calles de la ciudad.

Un mapa térmico de inclemencias invernales

Este nuevo acuerdo contiene una prestación específica en el caso de nevadas, un aspecto que el actual no contemplaba. Cada adjudicatario deberá realizar este mapa de su ámbito incluyendo el estudio y análisis de las temperaturas de las principales calzadas.

El mapeo térmico establecerá la relación entre estas variables y con interacción bajo diferentes escenarios climáticos, estableciendo diferentes categorías climáticas para establecer posibles variaciones de temperatura.

Con toda esta información se podrá conocer el nivel de vialidad invernal al que pertenece cada una de las calles. Además, se podrá señalar zonas críticas donde existe una mayor probabilidad de heladas o nevadas, lo que implicará un uso más eficiente de los recursos.