Ayuso y Aguado: una difícil relación que culmina con el cese de todos los consejeros de Ciudadanos

La guerra entre Ciudadanos y el PP estalla en la Comunidad de Madrid. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha firmado el cese de todos los consejeros de Ciudadanos, incluido su vicepresidente, Ignacio Aguado, según han informado fuentes del Gobierno regional.

Tras la convocatoria de elecciones, Ayuso ha roto unilateralmente el Gobierno de coalición con la formación naranja. Aguado ha considerado que la presidenta “rompe de facto el acuerdo firmado entre PP y Ciudadanos de forma unilateral así como su palabra dada, lo cual es desde nuestro punto de vista la mayor irresponsabilidad que ha hecho desde que hace un año y medio asumiera la Presidencia”.

Ignacio Aguado ha lamentado el ceso que lo calificado como “el descabece seis consejerías del Gobierno” provocando que todo se paralice “al menos cuatro meses en la peor pandemia que hemos vivido”.

“Convocas a elecciones porque te ha llegado que va a haber una moción y es mentira. No tengo palabras para definirlo ni para disculparme ante los ciudadanos”, ha expresado en una entrevista Ignacio Aguado.

Un año y medio de rifirrafes

La relación de Isabel Díaz Ayuso e Ignacio Aguado estaba rota desde hace mucho tiempo. La dura gestión de la pandemia y diversos acontecimientos habían dinamitado la relación entre la presidenta y el vicepresidente de la Comunidad de Madrid.

La relación entre socios no fue fácil prácticamente desde el primer minuto y es que las negociaciones se extendieron de mayo a agosto. Ambos partidos necesitaban a Vox para apoyar su legislatura y Ciudadanos se negaba a aceptar algunas de sus exigencias.

Una vez establecido el nuevo gobierno llegaron las discrepancias sobre el nombramiento de los consejeros. La formación naranja lanzó a través de las redes sociales el hashtag #EquipoAguado, que recogía las prioridades que tenían los consejeros designados por Ciudadanos para esta nueva legislatura. Desde el PP criticaron que parecía la presentación de un Gobierno a parte al del de los ‘populares’.

A partir de ahí, fueron constantes los desacuerdos cada semana de los socios de gobierno. Las polémicas estaban relacionadas ante la exposición a los medios y los anuncios que ambos partidos hacían de sus consejerías, casi siempre de espaldas a su socio de gobierno.

En noviembre hicieron un acto conjunto para celebrar sus cien días al frente del Ejecutivo. A pesar de que comparecieron juntos, Ayuso y Aguado escenificaron ese día sus discrepancias en cuanto a la relación con Vox.

Los presupuestos también fueron objeto de desencuentros entre la presidencia y la vicepresidencia de la región madrileña. La semana pasada, la presidenta y la líder de Vox avanzaban la negociación en un encuentro en la cafetería de la Asamblea de Madrid, al margen de Ignacio Aguado. Casi a la vez, dentro del Pleno de la Asamblea, la formación ‘naranja’ anunciaba una Ley de Igualdad sin que el PP lo supiera.

La presidenta madrileña declaraba que veía “dos gobiernos en uno“, en multitud de ocasiones votaban de manera distinta en la Asamblea de Madrid.

La gran crisis de Aguado y Ayuso llegó con la pandemia

La difícil gestión de la pandemia dinamitó las relaciones de los socios de Gobierno regional.  La competencia de Sanidad era del PP y la presidenta era quien tomaba las decisiones, en ocasiones sin informar a su vicepresidente y portavoz.

Pero la mayor discrepancia entre ambos se dio en la crisis de las residencias de mayores, cuya competencia recaía en Políticas Sociales, consejería de Ciudadanos que dirigía Alberto Reyero.

Reyero escribió correos electrónicos, posteriormente filtrados a los medios, al titular de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, en los que denunciaba la existencia de unos protocolos que impedían derivar mayores a los hospitales.

En medio de la polémica se filtró a los medios un contrato, dependiente del área, en el que se recogía que la Comunidad de Madrid había pagado a dicha empresa una cuantía por los hoteles que se medicalizaron a los mayores.

En la desescalada, los anuncios a los medios volvieron a ser el foco del conflicto. Uno de ellos vino de la mano de la creación del Grupo Covid. Dicho grupo fue encabezado por el vicepresidente y desde el PP criticaron en diversas ocasiones como Aguado quería monopolizar los contactos y se adelantaba en sus declaraciones al propio consejero de Sanidad.

La últimas declaraciones de Aguado sobre que “al menos las personas vacunadas debería poder moverse libremente también enfadaron a Ayuso que recalcó que el poder de decisión lo tiene la Consejería de Sanidad, no vicepresidencia. Aguado replicó después en una entrevista en radio que los socios no son “sometidos ni sumisos”.