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La pandemia pone en peligro las manifestaciones del 8M

El día de la Mujer Trabajadora vuelve a estar este año en el ojo del huracán. Si el año pasado, la multitudinaria manifestación causo estragos ante la posibilidades de haber sido una de los mayores focos de transmisión del coronavirus, este año y en plena tercera ola, las ganas de una manifestación multitudinaria no se han ido. 

La Delegación del Gobierno en Madrid, a manos de José Manuel Franco, es la autoridad encargada de decidir si se celebran o no las manifestaciones. Franco ha prohibido por motivos “estrictamente sanitarios” una marcha feminista comunicada con una previsión de asistencia de 10.000 personas. Además, Franco ha tenido que prohibir otras manifestaciones a las que previsiblemente acudirían más de 500 personas.

Hasta la noche de ayer, el organismo estatal había recibido la comunicación de unas 90 concentraciones y manifestaciones para los días 6, 7 y 8 de marzo, de las que 60 estaban relacionadas con el 8M, aunque en el día de hoy han llegado más, por lo que podrían estar en torno a las 70.

¿Con miles de muertos a nuestras espaldas por un virus que sigue entre nosotros es momento para acudir movilizaciones masivas? Parece ser que sí, aunque “la situación no está para manifestaciones” tal y como ha alertado Antonio Zapatero, viceconsejero de la Consejería de Salud de la Comunidad de Madrid.

Fuentes del departamento que dirige José Manuel Franco si han confirmado que podrían permitirse marchas menos numerosas. Entre ellas se encuentra la concentración del lunes en Callao organizada por el Movimiento Feminista de Madrid y otra promovida por la Federación de Mujeres Progresistas el mismo día y en el mismo lugar, aunque se desconocen más detalles por el momento. La confluencia de dos manifestaciones previsiblemente acarreará una mayor afluencias de asistentes. 

En cualquier marcha será obligatorio llevar mascarilla y mantener la distancia de seguridad. ¿Distancia social en una manifestación? ¿Es posible? 

Varias protestas rechazadas

Aún el revuelo que existe en torno a las manifestaciones que podrían sucederse el próximo ocho de marzo, son varias las protestas que han sido rechazadas. Ejemplo de ello, es el acto central del 8M por el centro de Madrid, de más de dos horas de duración y que finalizaría en la plaza de Colón, organizada por la Comisión Feminista 8 de marzo, entidad que se ha encargado de comunicarla en los últimos años.

Asimismo, se ha prohibido la reunión convocada por el Sindicato de Estudiantes, que ya ha respondido a José Manuel Franco asegurando que se concentrarán de todas formas.

Para rechazar las convocatorias, la Dirección General de Salud Pública valorará el número de personas que el solicitante cree que convocará, donde se realizaría, si es estática o su duración.

El coronavirus no frena a las feministas

La pandemia no frena a las feministas que reivindican su poder de manifestación. “Va a ser un 8M diferente pero nadie nos puede callar en nuestro derecho de manifestarnos. Ante la emergencia social, el feminismo es esencial”, ha subrayado Mercedes Ruiz, la vocera de la Comisión 8M Madrid.

En cuanto al acto central del 8M, cada una de las cuatro concentraciones, que se podrían realizar a partir de las 19.00 horas, estarían dedicadas cada una a bloque temático: la de Sol, a los cuidados, servicios públicos y precariedad; la de Cibeles, a la violencia; la de Embajadores, al antirracismo; y la de Carlos V a la emergencia sanitaria.

E igual que se manifiestan contra la Policía en apoyo al rapero Pablo Hasel y de la misma forma que se hacen unos comicios en los que votan millones de catalanes, las feministas reivindican su derecho de manifestación. Y a la misma vez que estos colectivos se reúnen de forma multitudinaria, los ciudadanos no se pueden reunir con su gente en los domicilios y muchas empresas fallecen ante la imposibilidad de ejercer su actividad.