Dónde se localizan los puentes más bonitos de la capital madrileña

Es imposible saber cuál fue el primer puente de la historia. Seguramente, alguno de nuestros antepasados colocaría un tronco sobre un río para poder cruzarlo sin necesidad de mojarse.

Desde entonces, los puentes han evolucionado y consiguen superar prácticamente todo tipo de obstáculos: ríos, pero también calles, carreteras, caminos o vías férreas. Auténticos prodigios de la ingeniería de distintas épocas que hoy en día siguen en pie, conformando el paisaje urbano e invitándote a cruzarlos.

No estamos descubriendo América si decimos que en Madrid no tenemos un gran río -con perdón del Manzanares-, pero eso no quita para que podamos presumir de puentes bonitos. Y estos son los más atractivos de toda la capital.

Puente de Toledo

Dónde se localizan los puentes más bonitos de la capital madrileña
Dónde se localizan los puentes más bonitos de la capital madrileña

El Puente de Toledo es de estilo barroco churrigueresco y fue construido por el arquitecto Pedro de Ribera.

Une ambas riberas del río Manzanares: enlaza la glorieta de Pirámides, en la orilla este, con la glorieta del Marqués de Vadillo, en la orilla oeste.

El puente, construido entre 1718 y 1732, se compone de nueve arcos de medio punto con sólidos contrafuertes y tambores que se rematan en balconcillos. El tablero tiene un ancho de 4’95 metros.

En la zona central se encuentran dos hornacinas o templetes adornados con elementos churriguerescos y que contienen las estatuas en piedra caliza de los patrones de Madrid, San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza.